Ratzinger, según Navarro Valls

Sensible, dulce, emotivo y alejado del conservadurismo. El español Joaquín Navarro Valls, voz del Vaticano durante las últimas dos décadas, ha dibujado en la Cadena Ser la figura del nuevo Papa, y su retrato dista hasta la contradicción de la frialdad que se le atribuye. Navarro Valls ha tenido la ocasión de coincidir en numerosas ocasiones con el hasta ayer cardenal Joseph Ratzinger, mano derecha de Juan Pablo II. De esta relación cercana, surge una visión muy distinta de Ratzinger como persona. El portavoz del Vaticano asegura que el alemán "no es frío", como se dice de él, sino un hombre "dulce y de una afabilidad extraordinaria". Valls encuentra en Benedicto XVI rasgos que comparte con Karol Wojtila. Tiene un "un cerebro especulativo, una gran "capacidad de pensamiento abstracto" pero al mismo tiempo una fuerte "sensibilidad emotiva" que no "expresa mucho", como se pudo percibir en su aparición ante los fieles tras ser proclamado Papa. La emoción quedaba oculta en un rostro de gran "serenidad". Lejos del estereotipo que se ha difundido de él, el portavoz del Vaticano asegura que Ratzinger no es "conservador". "No quiere conservar nada, en contra de los que quieren conservar cosas efímeras". Recurre Navarro Valls a una metáfora que el propio cardenal alemán escribió en su biografía 'Mi vida', en cuya presentación le acompañó Navarro Valls. "Me siento como un borriquillo con una pesada carga". Unas palabras de hace seis años cuando era cardenal y no imaginaba aún que se convertiría en el sucesor de Juan Pablo II.