La propiedad del gas se tornó en bandera política

La propiedad de los hidrocarburos fue, sin duda, el tema que generó los mayores conflictos sociales y enfrentamientos de las últimas décadas democráticas. Derrumbó a dos presidentes e hizo de los alteños a los principales promotores de esta demanda. Desde hace tres semanas los vecinos de El Alto protagonizan un paro cívico indefinido que bloquea a la sede de gobierno, aunque el fin de semana se permitió una tregua. El principal pedido: la nacionalización de los hidrocarburos, “para que el gas beneficie a los bolivianos y no a las transnacionales”, según el líder de la Fejuve, Abel Mamani. Pese a que un referéndum estableció que el país recuperaría, con una nueva ley, el 50 por ciento a través de impuestos y regalías, la consigna ganó adeptos entre mineros, maestros e incluso entre los carniceros, quienes salieron a las calles para exigir nacionalización por decreto. Sin embargo, no todosen Bolivia están de acuerdo con la propuesta y algunos sectores, especialmente empresarios del oriente, se oponen a esa medida. El asesor de las empresas petroleras, Carlos Alberto López, asegura que “el gas natural se ha convertido en una bandera política con un alto contenido emotivo y nacionalista que ha hecho de la nacionalización el último componente de una confrontación política e ideológica”. Considera que la única forma de frenar los conflictos “es racionalizando la discusión, pues el negocio debe plantearse desde el punto de vista técnico, que no mezcle términos como dignidad, soberanía o nacionalismo”.