CARLOS Elordi escribe en el Periódico de Catalunya, el siguiente artículo sobre el futuro de la Unión Europea, y lo construye sobre la base de análisis que hace la prensa europea:
Además de las sensaciones que se perciben, son muchos los signos que indican que el proyecto europeo está atravesando una encrucijada histórica. Uno de ellos, al menos para quienes siguen atribuyendo alguna importancia a lo que dicen los buenos periódicos, ha sido el hecho de que el FINANCIAL TIMES haya optado por el tipo de letra de las grandes ocasiones --que se utiliza una vez al año, como mucho-- para presentar el editorial del diario sobre la próxima cumbre de Bruselas y cuyo título --"Momento de la verdad para Europa"-- explica mejor el porqué de tal excepcionalidad.El eje argumental del largo texto es que el objetivo sustancial de la cumbre no es recomponer el panorama constitucional que los nos de Francia y Holanda han trastocado, sino hacer frente a los desafíos que verdaderamente acechan a todos los países europeos. Y el Financial Times cree que un fracaso en esa dirección afectaría muy negativamente a los intereses de los ciudadanos europeos y tendría amplias consecuencias en todo el planeta. "El principal desafío es la globalización, que amenaza con minar las economías europeas y con reducir su importancia geopolítica. ... Los líderes europeos deben comprometerse a seguir construyendo una Europa segura y económicamente fuerte que ocupe un papel líder en los asuntos mundiales. En lo que se refiere a las reformas económicas, no puede haber descanso en el camino de completar el mercado interior. Los logros alcanzados en lo relativo a los bienes, los capitales y el trabajo han de extenderse a los servicios. Otra prioridad es regenerar el crecimiento en la eurozona. Los políticos han aplaudido la estabilidad de la unión monetaria y los bajos tipos de interés que ésta ha traído. Pero no han introducido en sus mercados la estabilidad que es imprescindible para absorber los cambios que ésta ha provocado. ... Por otra parte, y aunque su popularidad haya bajado, Europa no puede renunciar a seguir teniendo como objetivo la ampliación. ... Hará falta tiempo para recuperar la confianza en sí mismos y para reavivar el crecimiento económico que es esencial para ello. Sin embargo, esta semana los líderes europeos deberán comprometerse a avanzar en las reformas económicas y a obtener el apoyo de sus votantes para ese empeño. Deberían empezar por proclamar los beneficios que la integración en la Unión Europea ha dado a sus ciudadanos y el papel vital que ha ejercido para garantizar la paz y la prosperidad en el continente europeo".Eric Le Boucher, el analista económico de LE MONDE, describe también en términos muy crudos las consecuencias que habrá que padecer si se siguen rechazando las reformas a las que se refiere el Financial Times y que se conocen al detalle desde que fueron acordadas hace cuatro años, en la cumbre de Lisboa: "Hemos entrado en una espiral negativa en la que existe el riesgo de que la crisis constitucional anime aún más al ahorro en detrimento de la inversión. La trampa de las reformas se está cerrando: ¿cómo podrán abordarse unas reformas de la oferta, cuando Europa ya empieza a sufrir de una demanda insuficiente? La consecuencia más grave del inmovilismo europeo es que la caída del crecimiento no permitirá financiar su sistema de Seguridad Social, debido al envejecimiento de la población. Se puede calcular la fecha: todo explotará en el 2015".
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