Células de la piel. Células de la piel crecen sobre el material perforado HYAFF (abajo), de 20 micras de espesor, para regenerar la epidermis.
La tecnología que actúa en la escala de lo minúsculo ha llegado a la medicina, con aplicaciones tan espectaculares como nanopartículas para llevar fármacos donde se necesitan o nuevos materiales capaces de comunicarse con las células e inducir la regeneración de los tejidos. Los científicos avanzan en este campo y tienden una mano a la industria. Una proteína mide unas diez millonésimas de milímetro, o nanómetros; un virus medio, cien nanómetros; el núcleo de una célula humana, mil nanómetros. Son dimensiones hasta hace poco sólo accesibles con unas pocas técnicas complejas, pero la nanotecnología ya permite manipular directamente la materia a esas escalas, y eso ha disparado la creatividad de los investigadores, por ejemplo, en el área de la medicina. La UE apuesta tan fuerte por esta visión que considera la nanomedicina un área de investigación prioritaria y se esfuerza en atraer a ella a la industria. Ése fue el objetivo principal del congreso Euronanofórum sobre nanomedicina celebrado recientemente en Edimburgo (Reino Unido), patrocinado por la Comisión Europea. La nanotecnología es una macroárea de investigación calificada de estratégica que recibe 1.300 millones de euros del actual Programa Marco de Investigación europeo (casi el 7,5% del total). Pero dos fantasmas amenazan el éxito de la inversión: la aún escasa implicación del sector privado europeo en I+D en nanotecnología y la posibilidad de que el público rechace los productos nano, como pasó con los transgénicos.
Fuente: Reportaje del diario español El País .
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