California y Tokio, devastadas por poderosos terremotos. Nueva York, hundida tras un enorme tsunami. Y la humanidad entera amenazada por décadas de un invierno surrealista como consecuencia de la erupción de un gigantesco volcán. Todo eso ocurrirá, advierten los científicos. Sólo es cuestión de tiempo. Hay catástrofes que no pueden prevenirse, tal como quedó demostrado en las últimas semanas en el sur de Estados Unidos. Después del huracán Katrina, que arrasó con Nueva Orleáns, el mes pasado, ahora llegó Rita, y pese a ser un fenómeno totalmente anunciado, en las últimas 48 horas provocó inundaciones, incendios y trastornos de todo tipo. Estos fenómenos son apenas una muestra de otros que acechan al mundo. Más de 600 desastres naturales ocurren cada año en el planeta, según un informe del Banco Mundial y del Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia, publicado en marzo último. El trabajo destaca que más de la mitad de la población mundial –cerca de 3400 millones de personas– vive en áreas donde su vida puede resultar gravemente afectada por alguna de las siguientes catástrofes: sequías extremas, inundaciones, terremotos, volcanes, ciclones o deslizamientos de tierra.
Fuente: Reportaje de Celina Chatruc de la Redacción del diario argentino LA NACION.
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