EE.UU.: La sociedad de los tecnoadictos

Aparatitos y más aparatitos. En el mundo, pero principalmente en los EE.UU., la adicción a la tecnología es cada vez más moneda corriente. Las computadoras personales, el teléfono celular e Internet, lideran esta tendencia, a la que se ha sumado una última generación de equipos que incluye desde los reproductores de música MP3 como los iPod, pasando por la televisión de alta definición y hasta los grabadores digitales de video como el TiVo. Según una encuesta de AP-Ipsos, son cada vez más las personas que reconocen libremente su adicción a la tecnología. “La conexión a Internet es mi contacto con el mundo'', dijo Jennifer Strother, madre de dos niños pequeños. Y sigue: “Es el medio de comunicación con las amistades, especialmente para las madres que no trabajan. Siempre estoy ávida de mantener una conversación adulta, de enterarme de algo”. Además, asegura que uno de sus artefactos preferidos es el TiVo, que le permite grabar los programas de tele favoritos de ella y su esposo, además de los de sus niños. La cuenta de servicios para que un hogar esté totalmente conectado supera los 200 dólares mensuales. Y en esta situación ya hay un tercio de las viviendas residenciales estadounidenses. Mientras que cuatro de cada 10 hogares gastan entre 100 y 150 dólares mensuales. AP-Ipsos, que encuestó a 1.006 adultos entre el 13 y 15 de diciembre de 2005, detectó algunos casos que se repiten. Entre ellos el de William Grantmyre, quien dedica más de 500 dólares mensuales a comunicaciones, espectáculos e Internet para mantener conectadas sus dos casas, en la ciudad y en la playa. El abogado sostiene que no hay alternativa. “Televisores, conexión por cable o satelital, teléfonos celulares, banda ancha... todo es esencial en el mundo de hoy'', dice Grantmyre. Entre los dueños de computadoras personales la mitad dice que no puede concebir su vida sin la PC. Y lo mismo sucede con los usuarios de teléfonos celulares, cada vez más dependientes de esos artefactos portátiles. La intensa lealtad a la Internet de banda ancha es otra de las señales de la adicción tecnológica. Casi cuatro de cada 10 usuarios lo consideran esencial. Dos de cada 10 dicen lo mismo acerca de sus reproductores de DVD, cable digital y CD. “Lo propio de nuestra cultura es la distracción, la insensibilización”, dijo David Greenfield, psicólogo especializado en problemas derivados de la alta tecnología. “No hay un momento para la autorreflexión, para quedarse quieto. Es absolutamente agotador”. El número de poseedores de artefactos tecnológicos crece sin cesar. Y la prueba está en que los regalos más codiciados en estas fiestas de fin de año son los reproductores de DVD o MP3, los teléfonos celulares y las consolas de videojuegos.