Crece en Brasil el tráfico internacional de drogas

En Brasil, el tráfico internacional de drogas va en aumento. Hoy es uno de los mayores proveedores de cocaína para Australia y Nueva Zelanda aun cuando no la produzca, por el hecho de tener los puertos de salida para los narcóticos producidos en Colombia, Bolivia y Perú. Así lo reveló un informe de la Junta Internacional de Fiscalización de Narcóticos de las Naciones Unidas difundido ayer. Según el documento, Brasil se ve fuertemente afectado por el tránsito de cargamentos de sustancias ilícitas que tienen como destino el mercado de los países industrializados. Indica, también, que la mayor parte de la cocaína incautada en Australia y Nueva Zelanda era de origen brasileño y chileno. La Junta subraya además que hay un crecimiento en la producción de cannabis en toda la región de América del Sur. Dentro de ese capítulo, lista el norte y nordeste brasileño como un sitio de plantación ilegal importante. Sin embargo, Paraguay se mantiene como el principal productor regional de marihuana, desde donde sale el producto con destino a los mercados de Argentina, Brasil y Chile. De acuerdo con la Junta, Brasil bate un récord: es el mayor consumidor mundial de medicamentos para adelgazar. No es que la población brasileña tenga especial interés en perder kilos: ocurre que las sustancias anoréxicas tienen efectos estimulantes en los jóvenes y adultos, ya que contienen anfetaminas. En Brasil estas drogas no pueden ser vendidas sin receta médica. Sin embargo, las farmacias brasileñas suelen hacer caso omiso a esa restricción. El informe de las Naciones Unidas advierte que en Brasil el uso de estos remedios ya llegó a 9 dosis diarias por cada 1.000 habitantes, lo que representa un incremento de 20% con respecto a una década atrás. En Argentina se consumen 5 dosis diarias por cada 1.000 personas, lo que la coloca detrás de Estados Unidos, de Corea del Sur y de Singapur. El dossier de la ONU afirma que Argentina ya estuvo peor: por políticas efectivas de control sobre la venta de los anoréxicos, el país logró bajar de 11 dosis diarias por cada 1.000 individuos a 5 dosis. En Chile la reducción fue aún más acentuada: pasó de 12,5 a menos de una dosis diaria. En cuanto a la producción de coca, la Junta sostiene que el plan de erradicación fue exitoso en Colombia, donde se redujo el área de plantaciones. En cambio, se registró un nuevo incremento en Bolivia y Perú, que compensó la baja colombiana.