El recalentamiento del planeta, que ya empezó a producir el derretimiento de los casquetes polares y de glaciares, que ya provoca un aumento del nivel del mar y cambios en el régimen de lluvias, no es un fenómeno pasajero. Aun cuando cesaran, de un golpe, todas las emisiones de dióxido de carbono, habrá en la Tierra un efecto de inercia que llevará durante décadas a un aumento continuo de la temperatura. Esto obligará al conjunto de las especies, incluido el ser humano, a trazar estrategias de adaptación a las nuevas condiciones. Es una de las principales conclusiones de un informe elaborado por un grupo de 23 especialistas, con la colaboración de organizaciones internacionales, realizado a pedido de la Convención para la Biodiversidad de las Naciones Unidas. El dossier, que refleja los resultados de las investigaciones sobre los procesos de adaptación de las especies a los cambios climáticos mundiales, advirtió que estas grandes alteraciones climáticas ya obligan a las especies a emigrar a regiones menos hostiles y a trazar estrategias de adaptación.Al subir el nivel del mar, "muchas zonas costeras serán fuertemente afectadas. Algún mecanismo de adaptación debe ser elaborado para enfrentar este escenario, como ocurrirá con muchas especies que no soportan el calor y deben buscar alternativas de migración", sostuvo el director para Asuntos Ambientales de la Secretaría de la Convención Sobre Biodiversidad, Manuel Guariguata. De cualquier manera, no todas las especies serán exitosas en su búsqueda de un "nuevo hogar" más confortable. Para Carlos Nobre, del Centro de Previsión del Tiempo y Estudios Climáticos del Instituto de Investigaciones Espaciales, "en un mundo donde la temperatura sigue en alza, habrá una mayor extinción de especies". Según técnicos y funcionarios de 188 países que ayer se reunieron en Curitiba para analizar el impacto de los cambios climáticos sobre la vida, hay casos que merecen atención porque empiezan a sugerir cómo puede ser el futuro en la Tierra. Uno de los casos mencionados es el archipiélago de Tuvalu. Constituido por nueve atolones marítimos, se localiza en el Pacífico Sur. Está bajo la amenaza de la elevación del nivel de los océanos y si este fenómeno se empieza a concretar, sus habitantes tendrán que ser evacuados en los próximos años. La mayor altura de estas islas es de apenas 5 metros sobre el nivel del mar. Los especialistas insistieron en la necesidad de que los gobiernos tengan en cuenta los elementos ambientales para enfrentar las consecuencias de los cambios climáticos globales. Dijeron que la naturaleza es un "aliado" clave en la lucha contra el recalentamiento terrestre. Recordaron que si los pantanos de Nueva Orleans se hubieran conservado "en vez de ser destruidos por la acción humana" las inundaciones provocadas por el huracán Katrina hubieran sido mucho menos intensas.
Fuente: Diario El Clarín de Buenos Aires
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