Fue un discurso sin sorpresas en el que el candidato de Unión por el Perú (UPP), Ollanta Humala Tasso, apeló más a la emotividad que al contenido de su mensaje. Por eso no incluyó ninguna novedad en cuanto a sus propuestas, pero sí puso especial énfasis en destacar la metamorfosis que según él experimentaría el país si la población votara por él. Así, si sus contendores hablan de que en esta elección el Perú se juega entre una dictadura que dice no representar y la democracia, Ollanta Humala polarizó la campaña entre el continuismo que representarían tanto Lourdes Flores como Alan García, y el cambio enarbolado por él. El ex militar y candidato presidencial también rechazó rotundamente la violencia y pidió ayuda para construir un "Perú sin odio", pero el mensaje no debió calar hondo en alguno de los simpatizantes que acudieron al Paseo de los Héroes Navales para escuchar el discurso de cierre de campaña del candidato nacionalista. La prensa encontró un ambiente hostil: dos camarógrafos de prensa extranjera y la reportera que escribe esta nota fueron golpeados por una turba cuando trataron de llegar al estrado que UPP había destinado para que los medios desempeñen su labor. Aunque el discurso de Humala estaba previsto para las 8 y 30 de la noche, este no apareció hasta una hora y cuarto después. Lo hizo tras la intervención del grupo boliviano Los K’jarcas, y de la mano de Nadine Heredia, su esposa, quien anoche hizo las veces de asistente ofreciéndole agua cada vez que le fallaba la voz al candidato. Después inició un discurso en el que contrastó el pasado, el presente y el futuro. Al pasado cuando recordó la Guerra del Pacífico y el golpe de Estado de Fujimori. Al presente al referirse a la "dictadura de los intereses de los grandes grupos económicos que está viviendo el Perú" y contra la que él lucharía de ser presidente. Y del futuro prometiendo un país con educación y salud de calidad, más trabajo y un reparto más equitativo de las riquezas. "No debemos tener miedo al cambio. Ese miedo solo lo tienen quienes se benefician económicamente de la situación actual que atraviesa el país", aseguró. Después reiteró que un eventual gobierno nacionalista no daría ningún golpe de Estado. "No quiero un Perú con odio. Solo reclamo un futuro para mi familia y los peruanos. No dividamos más el país", exhortó. Finalmente pidió a sus militantes el voto y dio por finalizada su campaña en Lima.
Fuente: Diario La República de Lima
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