OFENSIVA. Así quedó uno de los puentes atacados por la aviación israelí. (AP)
Aunque la operación iniciada anoche por el secuestro de un soldado disminuyó su intensidad, Olmert dijo que está dispuesto a emplear "medios extremos". Abbas pidió la intervención de la comunidad internacional. Un ministro israelí amenazó de muerte a un alto dirigente de Hamas, y el viceprimer ministro palestino advirtió que la vida del soldado secuestrado depende de lo que haga Israel. Mientras la amplia ofensiva militar que lanzó anoche Israel en la Franja de Gaza seguía hoy adelante aunque con una intensidad algo menor, el primer ministro israelí, Ehud Olmert, advirtió que está dispuesto a utilizar "medios extremos" para encontrar al efectivo secuestrado por los palestinos el domingo. A la advertencia de Olmert se sumó otra de su ministro de Justicia, Jaim Ramon, quien amenazó de muerte al jefe de la oficina política del movimiento islamista Hamas, Jaled Mashaal –exiliado en Damasco-, por considerarlo responsable del secuestro. "Lo tenemos definitivamente en la mira. Es un blanco, al igual que cualquier terrorista", dijo Ramon a la radio israelí. Por su parte, el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abbas, condenó la ofensiva militar israelí, calificándola de "castigo colectivo", y llamó a la comunidad internacional a que la detenga. El viceprimer ministro de la ANP, Nasseredin Al Chaer, advirtió a Israel que de lo que ellos hagan depende la vida del soldado secuestrado. Anoche, el ejército israelí lanzó una amplia ofensiva en la Franja de Gaza con miles de soldados y camiones blindados y la aviación realizó varios ataques que destruyeron al menos tres puentes y la principal central eléctrica de la región, en el campamento de refugiados de Nuseirat, provocando un incendio y dejando a grandes zonas sin luz. Según la televisión israelí, el objetivo de la ofensiva era impedir el traslado de militantes de una zona a otra y avanzar en la búsqueda del soldado secuestrado. Militares israelíes dijeron que combatientes palestinos tiraron misiles antitanque en la zona. La violencia desatadada llevó a hombres, mujeres y niños a huir de la zona amontonados en coches y carretas. El gobierno palestino de Hamas calificó la operación militar como "injustificada" y advirtió que "semejante locura militar a gran escala tendrá importantes consecuencias" y que "Israel no sacará ninguna ventaja de esta operación, ya que por ahora no ha logrado lo que buscaba, (') y tiene toda la responsabilidad, ya que habrá crímenes y víctimas, sobre todo entre los civiles". La ofensiva tiene lugar después de un paso de que Hamas respaldara un documento apoyado por casi todos los movimientos palestinos, salvo la Yihad Islámica, que reconoce implícitamente a Israel, algo que el movimiento islamista hoy a cargo de la ANP se negaba a hacer.
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