sábado, julio 01, 2006

Un gran Zidane borra del mapa a Brasil



ZIDANE EL CAPITAN DE FRANCIA CELEBRA EL PASE Y EL GOL DE HENRY


La vieja Francia borró de un plumazo la sonrisa prepotente de Brasil (0-1), que ofreció una pésima imagen y que de nuevo se marchará de Europa sin la Copa del Mundo. Zidane ofreció un partido memorable y Henry marcó para los 'bleus'. Como una premonición de su inminente muerte deportiva, el gran Zidane ofreció en Fráncfort un capítulo inolvidable de fútbol. El ronquido sordo de su selección y el toque melodioso del '10' derruyeron la hipocresía de Brasil, que encontró por fin un castigo a su medida. Durante cuatro partidos les había bastado con reservar y pensar en las musarañas. Pero sus verdugos del 98, comandados por 'Zizou', simplemente les borraron del mapa. Zidane, esbelto, desplegó sus enormes alas y voló Francia, un ave veterana que hacía tiempo que no tomaba altura. De nada sirvieron los garrotazos de Gilberto sobre el madridista, que volvió a cambiarse el balón de pierna con la misma naturalidad de siempre. Encontró a Malouda, Vieira o Henry, casi siempre a la primera, dando sentido al juego francés, que desde el ecuador de la primera mitad se hizo con el control incontestable de la situación. Enfrente, Kaká, Ronaldinho o Ronaldo, ensimismados, no encontraban manera de hilvanar una ocasión de peligro. De nada sirvió la entrada de Juninho y Gilberto Silva, la idea de Parreira para montar algo parecido al fútbol. El centrocampista del Lyón, como antes Emerson, defraudó en la tarea y salió hundido del campo en el minuto 60.

Minuto a minuto, Francia se hizo con el mando con la autoridad de los que se acostumbraron al trono hasta no hace mucho. Vieira y Makelele, como se vio ante España, reinan a base de empellones y a medida que van ganando la partida, Ribery o Malouda se atreven en las líneas enemigas. Un par de acciones de estrategia más tarde, donde rozaron el gol, y los franceses hicieron callar a la samba. Brasil ni olía la pelota, se fue deshaciendo en su insultante espíritu de superioridad. El gol de Henry no espoleó a la 'canarinha', que esperaba a Ronaldinho, perdido, lento, la gran decepción del torneo. En Brasil se sospechaba que sacaría la verdad de su magia al menos en las situaciones límite. Pero a Parreira le faltó de nuevo un líder y una idea. Se airearon todas las contradicciones de su planteamiento, con grandes talentos que querían mantenerse con las armas de los equipos pequeños. Como la épica a la que quedaron condenados, con el esperado Cicinho en lugar del avejentado Cafú, con Adriano y con un buen remate de Ronaldo que desvió Barthez. Insuficiente ante la vieja generación francesa y el soberano Zidane. Al menos queda un partido más.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

 
Libardo Buitrago / Blog © 2013 | Designed by RA