lunes, septiembre 25, 2006

Gran Bretaña: Gordon Brown se proclama, entre ovaciones, como el sucesor de Tony Blair

El actual ministro de Finanzas reivindicó por primera vez, durante el congreso anual del Partido Laborista, sus aspiraciones para dirigir el destino del país. En su discurso dijo que en su eventual gobierno no existirá nunca una posición anti estadounidense, tras respaldar las acciones del premier británico en Irak. El ministro de Finanzas Gordon Brown presentó su visión de la Gran Bretaña post Tony Blair , en un discurso dado hoy ante el Congreso Laborista en Manchester (noroeste de Inglaterra) en el que por primera vez asumió el tono de claro sucesor del primer ministro.



EL SUCESOR. El propio Tony Blair aplaudió el discurso de Gordon Brown. (EFE)

Ante miles de delegados laboristas que llenaron el inmenso salón sede de esta Conferencia, Brown pronunció un discurso unitario, pero dejó claro que se ve como el mejor candidato para enfrentar al joven líder de los conservadores, David Cameron, al que los sondeos dan ahora como el preferido. "Gozaría la oportunidad de enfrentar a David Cameron y al Partido Conservador", afirmó Brown, sugiriendo que el líder tory de 39 años no tiene la experiencia ni lo que se precisa para dirigir el destino de Gran Bretaña, y que él es el mejor candidato para demostrar esas carencias.

La intervención, teñida de emoción, e incluso de pasión, algo nada común en Brown, que es considerado un intelectual brillante pero poco carismático, concluyó con una ovación de pie de casi tres minutos. Brown empezó su discurso, considerado el más importante de su vida, rindiendo un encendido tributo a Tony Blair que calificó como el "primer ministro más exitoso" en la historia reciente de Gran Bretaña. "Ha sido un privilegio trabajar con el más exitoso primer ministro" en la historia reciente de Gran Bretaña, afirmó Brown, llamando a la sala a aplaudir a Blair, quien anunció el 7 de septiembre que este sería su último Congreso Laborista al que asistiría como líder del partido. "Aplaudamos la contribución nacional e internacional de Tony Blair ", afirmó Brown, quien no evitó sin embargo hablar de lo que todo el mundo sabe y que ha hecho correr litros de tinta: las divergencias que han teñido la larga relación de amistad y rivalidad entre los dos hombres más poderosos del gobierno.

Brown indicó que Blair estuvo correcto al darse cuenta de que nadie puede ser neutral en la guerra contra el terrorismo. Brown manifestó que el laborismo no debe sucumbir nunca ante las posiciones antiestadounidenses, pero sugirió que apoyaba la fuerte oposición partidaria a la decisión de Blair de unirse a la guerra estadounidense en Irak, al expresar que el Parlamento, y no solo el primer ministro, deberían tener potestad de declarar la guerra. El ministro, que hasta ahora prácticamente no se hab­a pronunciado sobre asuntos de pol­ítica exterior, dijo compartir la admiración de Blair por el presidente estadounidense, George W. Bush. "Creo que Bush supo desde el 11 de septiembre cuál era exactamente el problema,el terrorismo internacional".

Si se mide por la ovación recibida por Brown, el ministro de Finanzas pasó su primera gran prueba, en el camino que lo llevará seguramente al número 10 de Downing Street, la sede del gobierno, y a enfrentar en las próximas elecciones generales al líder tory. "Tras este discurso, no veo a nadie más que pueda reemplazar a Blair ", afirmó una delegada laborista, que dijo que antes, había tenido dudas si Brown obtendría su voto como líder de su partido.

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