Al firmarla, sostuvo que el vallado hará que las fronteras sean más seguras. Se trata de un doble vallado que se extenderá a lo largo de 1.226 kilómetros. La iniciativa generó un fuerte rechazo de grupos defensores de los inmigrantes y de varios gobiernos.
El presidente de Estados Unidos, George W. Bush, promulgó la ley que autoriza la construcción de un muro en 1.226 kilómetros de la frontera de más de 3.000 kilómetros que comparten su país y México, una iniciativa que, desde sus orígenes, fue cuestionada por distintas organizaciones que defienden los derechos de los inmigrantes y generó un fuerte rechazo casi unánime de México y el resto de América Latina. Durante el acto de firma de la iniciativa, aprobada el mes pasado por el Congreso, el mandatario aseguró que la nueva ley "protegerá al pueblo estadounidense y hará más seguras las fronteras". Pese a que reconoció el aumento de la inmigración ilegal en la última década porque, dijo, "desafortunadamente Estados Unidos no mantuvo el control absoluto de la frontera", destacó al mismo tiempo los supuestos logros de su gobierno para aumentar la seguridad en el límite con México. Con ello buscó justificar el incremento del presupuesto dirigido a la seguridad fronteriza desde los 4.600 millones de dólares de 2001 a los 10.400 millones de este año. El mismo aumento, que incluye 1.200 millones para el muro fronterizo y que fue firmado por el mandatario hace dos semanas, fue presentado por Bush como algo positivo. Añadió que el gobierno habrá duplicado de 6.000 a 12.000 el número de agentes de la Patrulla Fronteriza y aseguró que la ley promulgada hoy "ahonda en estos progresos". De todos modos, prometió que buscará un "punto medio" entre las distintas posiciones con respecto a las leyes de inmigración. Tanto México como varios países latinoamericanos cuestionaron la construcción del vallado y calificaron a la iniciativa desde "errónea" hasta "lamentable". El lunes, el gobierno mexicano –obviamente, el país más afectado por el muro- anunció que presentará un proyecto en la ONU para reivindicar el derecho al libre tránsito. Los más de 3.000 kilómetros que unen y separan a Estados Unidos y México son la frontera con más tráfico del mundo, con cerca de 350 millones de personas que cruzan legalmente y un millón que se cuela cada año. Más del 60% de los que escapan los controles son mexicanos, pero hay otro 25% de latinoamericanos. Según una encuesta divulgada por CNN, el 53% de los estadounidenses se opone al muro, frente a un 45% que lo respalda; pero el 74% de los encuestados se declaró favorable al envío de más agentes fronterizos para detener el ingreso de inmigrantes indocumentados por la extensa frontera con México.
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