En las próximas décadas, los efectos negativos del proceso de calentamiento climático que experimenta el planeta podrían costar a las economías del mundo más que la Primera o la Segunda Guerra y desatar una crisis equivalente a la Gran Depresión de 1929, según un profundo estudio difundido ayer y encargado por el gobierno británico. A la vez, el premier británico, Tony Blair, hizo sonar la señal de alarma. Advirtió sobre consecuencias "catastróficas" si el resto de los gobiernos no actúa de manera urgente y pidió a los políticos ser "valientes en casa, en Europa y a nivel internacional" para enfrentar el problema. "Si fracasamos en ponernos a la altura de este desafío, no creo que podamos justificarnos ante futuras generaciones", afirmó. El informe publicado ayer, de 700 páginas, fue dirigido por Nicholas Stern, ex economista jefe del Banco Mundial, y es considerado la primera contribución de peso al debate sobre el cambio climático desde el punto de vista de un economista.
El documento aboga por la cooperación internacional para fomentar el desarrollo de nuevas tecnologías y diversas acciones para reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2), que contribuyen al calentamiento climático. "Estamos a tiempo de evitar los peores riesgos del cambio climático. Pero debemos actuar ahora y a nivel internacional", dijo Stern ayer, en Londres, al presentar oficialmente el informe. "La tarea es urgente. Aplazar una acción una década o dos nos llevaría a territorio peligroso. No debemos permitir que se cierre esta oportunidad", añadió. El mensaje del economista recibió explícito apoyo de Blair, que asistió a la presentación del "informe Stern", junto con Gordon Brown, su probable sucesor. El CO2, el principal gas del llamado "efecto invernadero", es uno de los responsables de que la Tierra sea habitable, gracias a que impide que se pierda buena parte del calor que el planeta recibe del Sol. Sin embargo, un exceso de CO2 en la atmósfera -producto, principalmente, de la quema de combustibles fósiles, como el petróleo- podría derivar en importantes aumentos de temperatura a nivel global. Los investigadores, que desde hace unos años detectaron un incremento global de las temperaturas -que podría, o no, ser un proceso natural- también advierten preocupados sobre un aumento en la cantidad de CO2 presente en la atmósfera, como resultado de la actividad del hombre (especialmente, por las emanaciones industriales y el uso de autos). Las consecuencias económicas de continuar con el actual crecimiento en el nivel de emanaciones de CO2 son difíciles de cuantificar. Y eso es lo que, por primera vez a gran escala, intenta hacer el informe Stern, desde el punto de vista económico. Sus conclusiones fueron dramáticas. Según el estudio, si la comunidad internacional no reacciona frente al problema, en pocas décadas los efectos del calentamiento costarán al mundo el equivalente a entre el 5% y el 20% del PBI mundial cada año, de por vida. Por el contrario, tomar acciones hoy representaría un 1% del PBI mundial. Cinco grados Stern explicó ayer que si no se adoptan medidas, la temperatura subirá unos cinco grados centígrados en los próximos 100 años. Y comparó su impacto con el efecto del huracán Katrina en Estados Unidos, pero "intensificado muchas veces", así como con la ola de calor registrada en Europa en 2003.
El número de refugiados víctimas de la sequía o de inundaciones podría llegar a unos 200 millones de personas, añade el estudio, y podría desaparecer también el 40% de la fauna y flora esencial para los ecosistemas del planeta. "Nos encaminamos hacia momentos clave catastróficos en nuestro clima, a menos que actuemos", sentenció. El economista reclamó en la presentación que se legislara a nivel internacional sobre el intercambio de emisiones de dióxido de carbono, la cooperación tecnológica, la deforestación y la adaptación al cambio climático para desarrollar un acercamiento coordinado al problema. Y llamó a la comunidad internacional a firmar el próximo año un acuerdo de reducción del CO2 en la atmósfera, en lugar de esperar hasta 2010 o 2011, en que se discuta el Acuerdo de Kyoto. Brown, por su parte, anunció que Londres liderará la respuesta al efecto invernadero y tendrá como consejero a Al Gore, ex vicepresidente norteamericano.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario