Acaba campaña electoral sin un favorito claro para la Presidencia

La campaña para la segunda y definitiva vuelta de las elecciones presidenciales del próximo domingo se cierra hoy en Ecuador, sin que ninguno de los dos candidatos sea claro favorito para ocupar la Jefatura del Estado. La incertidumbre de los ciudadanos alcanza también a la mayoría de empresas encuestadoras, que no se han atrevido a señalar un claro ganador en los informes a sus abonados, que por prescripción legal no pueden difundirse en Ecuador desde 20 días antes de los comicios. Incluso en los puntos fuertes y débiles de los dos candidatos, el multimillonario populista Alvaro Noboa y el izquierdista cristiano Rafael Correa, tampoco se ponen de acuerdo los especialistas, que en ocasiones valoran el mismo factor de forma contraria.

Ayer jueves, Correa cerró su campaña con una fiesta-mitin en Quito, donde tiene más apoyo, mientras que Noboa, cuyo respaldo principal está en la costa, lo hizo en la ciudad portuaria de Guayaquil. Como la mayoría de expertos, Polibio Córdova, director de la empresa de sondeos Cedatos, apuntó en un encuentro con periodistas de medios extranjeros que el factor decisivo será "la credibilidad" de los candidatos y no hizo un vaticinio sobre quien ganará. Córdoba dijo que "a ninguno de los dos se le cree, pero menos se le cree a Noboa", cuyas promesas de empleo, vivienda, microcréditos y salud le rindieron votos en la primera vuelta, en la que quedó en cabeza, pero ahora se le han podido poner en contra. Además de considerar que la promesa de Noboa de hacer 300.000 viviendas al año "se ha convertido en un dolor de cabeza para él", ya que es poco creíble, Córdova cree que al multimillonario se le ha vuelto en contra la "campaña sucia" de desprestigio contra Correa. A Correa, en opinión de Córdova, le perjudicaron las denuncias que hizo de fraude tras la primera vuelta, "pues la gente lo vio como un mal perdedor", y también su cambio de discurso para la segunda ronda, ya que le hace aparecer como inestable. Aunque Córdova insistió en que "las cosas no están dadas", apuntó que los ecuatorianos evalúan cual de los dos candidatos tiene "más madera de estadista" y, en este sentido, indicó que "Noboa no da más", física e ideológicamente, mientras "en Correa, hay madera". Noboa, que cuando se dejaron de publicar encuestas el 6 de noviembre llevaba una gran ventaja a su rival, cada vez tiene más rechazo entre la población, mientas el rechazo a Correa ha bajado, lo que les acerca sus posibilidades de ser elegidos, según Córdova.

Augusto Bernal, de la encuestadora colombiana Consultar, que trabaja en exclusiva en Ecuador para Noboa desde 1988, ha sido el único en afirmar rotundo: "Definitivamente, podemos decir que, si no hay un cambio total, Alvaro Noboa llegará a la Presidencia". En un encuentro con periodistas de medios extranjeros, Bernal reconoció que, desde los días que siguieron a la primero vuelta del pasado 15 de octubre, en los que la ventaja en intención de voto de Noboa sobre Correa era muy amplia, esta franja se ha estrechado algo, pero opina que "las cartas ya están dadas". Para Bernal, cuya opinión discrepa radicalmente de la de Córdova, "las campañas sucias de Correa contra todos" en la primera vuelta le perjudicaron, mientras que las promesas de acciones inmediatas de Noboa son su punto fuerte. Al revés que Córdova, Bernal recalca que la promesa de Noboa de construir 300.000 viviendas al año ha calado en un país donde hay una mayoría de población pobre y sin casa propia, ya que "todo es posible si hay voluntad política de hacerlo".Bernal sugirió que en las elecciones de 1998 y 2002, en las que Noboa llegó a también a la segunda vuelta y perdió, hubo fraude y dijo: "El va a ganar las elecciones, pero no se si será el próximo presidente". En cualquier caso, el antagonismo de ambos candidatos con su contrincante ha primado en los últimos días sobre las explicaciones programáticas, y ambos han dedicado más tiempo en sus intervenciones a atacar al rival que a otra cosa. Tampoco les ha afectado el bloqueo dictado el pasado viernes de las cuentas de campaña de ambos por exceder el gasto legal permitido, pues su propaganda sigue en los medios y con mucha más intensidad en estos últimos días.Así las cosas, más de nueve millones de ecuatorianos están llamados el próximo domingo a elegir a su nuevo presidente, en unos comicios cuyo resultado será reñido y que la inmensa mayoría quiere que sirvan para acabar con la inestabilidad política que ha llevado al país a tener siete presidentes en los últimos diez años.