“Daremos prueba de contención y de paciencia en los próximos días para dar una oportunidad al alto el fuego” pactado ayer entre las facciones palestinas y aceptado por Israel tras una conversación telefónica entre el presidente palestino, Mahmud Abbas, y el israelí, Ehud Olmert. El líder israelí ha hecho estas declaraciones por la mañana, unas horas después de que entrara en vigor el alto el fuego y de que Yihad Islámica y el brazo armado de Hamás lo violaran con el lanzamiento de varios misiles contra territorio israelí.
Estos disparos, que no han causado víctimas, han puesto en peligro la tregua apenas iniciada. El presidente palestino ha reaccionado con rapidez, condenando las violaciones del alto el fuego que suponen estos ataques y desplegando a sus fuerzas de seguridad por el norte de la franja de Gaza para impedir nuevos disparos. Además, ha ordenado a los jefes de estas fuerzas que se aseguren , si fuera necesario por la fuerza, de que realmente se aplica.
Gracias a estos esfuerzos, todas las facciones palestinas se han adherido finalmente a la tregua, según ha informado el primer ministro palestino, Ismail Haniya. Anteriormente, la Yihad y otros grupos habían rechazado poner fin a sus acciones si no se incluía a Cisjordania en el acuerdo de alto el fuego. Finalmente, se han plegado a la tregua en Gaza, pactada ayer entre las facciones palestinas y presentada a Israel, que la aceptó inmediatamente. Aunque se han producido disparos de varios misiles, se ha hecho un esfuerzo para que el alto el fuego no saltara por los aires a las primeras de cambio.
Negociaciones reales
La tregua incluye, para la parte palestina, el cese de “toda actividad violenta, inclusive lanzar cohetes, cavar túneles en la frontera entre Gaza y Egipto y mandar terroristas suicidas", mientras que Israel suspende sus actividades en Gaza y se retira de la franja, cosa que han empezado a hacer sus soldados poco después de la entrada en vigor de la tregua. Abbás y Olmert se han mostrado dispuestos a ampliar el alto el fuego a Cisjordania, si la tregua en Gaza se mantiene.
Olmert ha dicho que espera que el alto el fuego conduzca a negociaciones “reales”. “Espero que muestren voluntad y responsabilidad. Esto puede ser el principio de una negociación seria, real, abierta y directa entre Israel y la Autoridad Palestina que lleve a un arreglo completo entre Israel y los palestinos”.
La aplicación de un alto el fuego es el punto de partida de casi todos los planes de paz que se barajan, inclusive el presentado recientemente por el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero. Hasta ayer mismo, no obstante, el Ejército israelí siguió con sus operaciones en Gaza, y las milicias palestinas disparando cohetes Kassam contra territorio de Israel. Pero esta noche, representantes de los brazos armados de los principales partidos palestinos, entre ellos Hamás y el nacionalista Al Fatah, volvieron a reunirse con el primer ministro palestino, Ismail Haniye, y decidieron hacer una nueva oferta a Israel.
A los grupos palestinos les interesaba llegar a un alto el fuego, pues cada vez son más numerosos quienes opinan que el lanzamiento de cohetes perjudica en última instancia mucho más a la población palestina que a Israel. Así, el presidente palestino en la reunión del jueves condenó el lanzamiento de cohetes Kassam contra Israel reiterando un argumento que había esgrimido en otras ocasiones, de que "con ello se da a Israel una excusa para seguir perpetrando sus bárbaros ataques".
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