Una multitud, en el centro de Beirut. (Foto: REUTERS)
Los jóvenes convocados por Hezbolá, que han pasado la noche frente a la sede del Gobierno libanés, han reiniciado a primera hora de la mañana los gritos y consignas contra el primer ministro, Fouad Siniora, un día después de la multitudinaria manifestación celebrada ayer en Beirut para pedir la dimisión con el Ejecutivo de Siniora, al que acusan de comportarse como una mera marioneta de Estados Unidos y Francia.
Los manifestantes han pasado la noche frente a la sede presidencial, vigilados por el ejército libanés. La protesta de ayer convocó a 700.000 personas, según datos de la policía, 5.000 según los organizadores. A pesar de que la intención de los seguidores de Hezbola era bloquear los accesos al Palacio de Gobierno de Beirut, donde se encontraban el primer ministro y los miembros de su gabinete, tras intensas negociaciones los representantes del Gobierno pudieron salir custodiados por el Ejército.
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