El presidente George W. Bush y el ruso Vladimir Putin mostraron ayer un frente común contra las presuntas ambiciones de Irán de obtener armas nucleares. ''Cuando Rusia y Estados Unidos hablan con una sola voz, suelen ser escuchadas, y por eso agradezco la conducta de los rusos en las Naciones Unidas'', dijo Bush. ``Estamos cerca de reconocer que debemos cooperar para enviar un mensaje unido''. Putin vaticinó que ''seguiremos teniendo éxito'' al realizar las gestiones por medio del Consejo de Seguridad de la ONU. En relación con el espinoso tema de los misiles estadounidenses en Europa, Putin propuso transformar en un sistema más amplio los planes norteamericanos para un escudo antimisiles en Europa Oriental. Eso incluiría una serie de radares en el sur de Rusia y permitiría que más países de Europa se incorporaran a la toma de decisiones. ''La relación de nuestros dos países podría ser elevada a un nivel enteramente nuevo'', dijo Putin, mientras estaba junto a Bush, en el jardín de la casa veraniega de la familia del Presidente.
Washington proyecta instalar un nuevo sistema de defensa de misiles en Polonia y en la República Checa, pero Putin ha dicho que Estados Unidos ''ha rebasado sus fronteras nacionales'' de todas las maneras posibles y ha amenazado con volver a emplazar misiles rusos como represalia. El mes pasado, Putin sorprendió a Bush en Alemania al proponer que un sistema de radar sea instalado en Azerbaiyán en vez del que Estados Unidos desea colocar en Polonia y en la República Checa. Washington ha expresado sus dudas de que esas instalaciones en Azerbaiyán puedan reemplazar a su sistema de misiles. Bush consideró la propuesta de Putin ''muy sincera'', y ''muy innovadora''. Pero añadió que en su opinión, ``La República Checa y Polonia necesitan formar parte integral del sistema''.
Más temprano el lunes, Bush agasajó a su homólogo con platos repletos de panqueques y posteriormente una excursión de pesca en el litoral de Maine sirvió como preludio a las conversaciones formales. Putin llegó el domingo al complejo habitacional de los Bush en la costa de Maine, en una visita destinada a enmendar relaciones, mientras Estados Unidos y Rusia viven su momento de más tensión desde el colapso de la Unión Soviética en 1991. Los temas en discusión son de grandes proporciones. Eso incluye diferencias sobre el destino de Kosovo, planes de defensa de Estados Unidos para instalar un escudo de misiles en Europa oriental, la democracia en Rusia y eventuales sanciones contra Irán por su programa de energía nuclear.
Fuente: Diario El Nuevo Herald de Miami
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