El anuncio, realizado por el ministro de Hidrocarburos de Venezuela, Rafael Ramírez, se da una semana después que estallaran disturbios en Irán debido a un racionamiento de combustible. Entonces, docenas de estaciones de servicio fueron incendiadas en Teherán y en otras ciudades del país por furiosos automovilistas y otros sectores de clase media. ''Sí, los iraníes nos pidieron que les vendiéramos gasolina y aceptamos esa demanda'', dijo Ramírez al diario iraní Shargh. El periódico indicó que Ramírez se negó a dar detalles del acuerdo. Durante una visita a Irán esta semana, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, dijo que los gobiernos de ambos países eran ''socios estratégicos''. Ramírez acompañó a Chávez en la visita. La semana pasada, el gobierno de Teherán comenzó el racionamiento de combustible, causando una ola de indignación en la población. El gobierno explicó que el racionamiento de combustible permitirá financiar proyectos de desarrollo y convertirá al país en un estado ''invencible''.
Si bien Irán es uno de los principales productores de petróleo del mundo, carece de suficientes refinerías y debe importar más del 50 por ciento de la gasolina que se consume en el país. El racionamiento forma parte del intento del gobierno del presidente Mahmud Ahmadinejad de reducir en unos 10.000 millones de dólares sus gastos anuales de importación de combustible. La gasolina es vendida a los iraníes a un precio subsidiado, muy inferior al que se paga en otros países. Luego de un 25 por ciento de aumento de los precios de la gasolina el 21 de mayo, la gasolina se vende a 38 centavos el galón (3,18 litros). En Estados Unidos, el galón de gasolina cuesta alrededor de tres dólares.
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