Brasil afirmó ayer que no acepta la imposición de plazos de ningún país por ''más amigos'' que sean, en alusión a la crisis desatada ante la advertencia de Venezuela de retirar su solicitud de adhesión al Mercosur, si en tres meses los congresos brasileño y paraguayo no aprueban el tratado de su incorporación. ''Nadie marca plazos para que ningún otro [país] tome una decisión, ni nosotros marcamos [plazos] para los otros'', afirmó Walfrido dos Mares Guía, ministro de Relaciones Institucionales. ''Ni aceptamos que otros nos los marquen [los plazos], por más amigos que seamos'', agregó en declaraciones difundidas por la cadena radial CBN.
Por su parte, el presidente Luiz Inácio Lula da Silva afirmó que desea conversar con su colega venezolano Hugo Chávez para discutir los últimos impasses en el Mercosur. Sin embargo, resaltó que si bien hay reglas para entrar a ese bloque no las hay para salir. ''Brasil tiene una relación extraordinaria con Venezuela'', subrayó Lula. ''Los días en que solíamos cortar relaciones con otros se acabaron'', agregó el mandatario a los periodistas en Lisboa, Portugal, donde cumple una visita de un día. Lula indicó que desea comunicarse con Chávez, quien esta semana advirtió que si los congresos de Brasil y Paraguay no aprueban en tres meses el protocolo de adhesión de Caracas al Mercosur, su gobierno retirará la solicitud de ingreso al bloque. ''Hay reglas para entrar al Mercosur, no hay reglas para salir'', subrayó Lula, sin dar detalles de cuándo se comunicaría con su colega venezolano. El impasse en el bloque se produce cuando se cumple un año de la firma en Caracas del protocolo de adhesión de Venezuela al Mercosur.
Ese tratado de adhesión ya fue aprobado por los congresos de Argentina y Uruguay, pero aún falta el visto bueno de los legisladores de Brasil y Paraguay. La ratificación legislativa es necesaria como parte del proceso de plena incorporación, tanto como que Venezuela adopte normas comerciales que ya rigen en el bloque y para lo cual tiene un plazo hasta el año 2014. Un amargo intercambio de declaraciones en las últimas semanas entre congresistas brasileños y Venezuela desembocó en que el presidente Hugo Chávez advirtiera el martes que si los congresos de Brasil y Paraguay no aprueban en tres meses, hasta septiembre, la incorporación de su país al bloque, su gobierno retirará la solicitud de integración. ''Si no lo aprueban en estos tres meses, señor canciller, preparemos nuestra solicitud de retiro del proceso hasta esperar nuevas condiciones'', aseguró Chávez. Marco Aurelio García, asesor de asuntos internacional de Lula, aseguró que ``si el presidente Chávez cree que no vale la pena entrar, será una decisión soberana de él''. ''Espero que entre, pero Brasil o el Mercosur no tendrían ningún problema si eso no ocurriera'', agregó García en una entrevista divulgada en la jornada con el diario argentino La Nación y confirmada por la oficina del asesor presidencial, también de gira en Lisboa.
El presidente de la Confederación Nacional de Industrias (CNI) brasileña, Armando Monteiro Neto, afirmó en la jornada que el intercambio comercial de los dos países viene creciendo en los últimos años y ``eso ocurrió sin que Venezuela fuese parte del Mercosur y podrá continuar independientemente del destino que tenga el proceso de adhesión''. ''El Mercosur es un bloque económico y el valor del ingreso de Venezuela para el sector empresarial está naturalmente ligado a la apertura de los mercados [venezolanos] y la adopción de las reglas comerciales comunes'' del bloque, agregó Monteiro en declaraciones difundidas por la CNI en un correo electrónico. Con una corriente comercial bilateral de unos $4,100 millones en el 2006 --de los cuales $3,500 millones son ventas brasileñas a Venezuela--, el intercambio entre los dos países viene creciendo fuertemente desde el 2003 y siempre con saldo favorable a Brasil. El comercio de los países era de $883 millones en el 2003, cuando las ventas brasileñas a Venezuela sumaron los $608 millones, según datos del Ministerio de Comercio Exterior brasileño.
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