El presidente francés, Nicolas Sarkozy, propuso ayer ampliar el Grupo de los 8 (G-8), que congrega a los siete países más industrializados del mundo y a Rusia, para incluir a Brasil, México, China, India y Sudáfrica, en un discurso en el que definió la orientación diplomática de su país e ignoró al resto de América latina. "Deseo que el G-8 se convierta en G-13", precisó en su primer discurso de política exterior desde su elección, en mayo pasado, pronunciado ante más de 180 embajadores franceses en el gran salón dorado del Palacio del Elíseo, sede de la presidencia. Para el mandatario, esa ampliación se basa en la necesidad de incrementar la "concertación económica" y de establecer una "cooperación estrecha entre los países industrializados y los grandes países emergentes para luchar contra el cambio climático". El proyecto de Sarkozy se inscribe en el marco del "desafío que representa la integración de gigantes emergentes como China, India y Brasil en el nuevo orden global".
En ese sentido, el presidente francés llamó a estos países a respetar las leyes de juego del comercio internacional. "Gigantes del futuro, quieren que se reconozca su nuevo estatus, pero no siempre están dispuestos a respetar las reglas que son de recíproco interés", indicó. Los nombres de Brasil y México fueron la única alusión formulada por Sarkozy acerca de América latina, en un discurso de casi una hora en el que pasó revista a casi todos los continentes y definió las prioridades de la política exterior francesa. Las únicas menciones que había formulado Sarkozy, desde su asunción, sobre América latina habían sido sus reiteradas promesas de obtener la liberación de la dirigente franco-colombiana Ingrid Betancourt, en poder de las guerrillas de las FARC (Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia), desde hace más de 2000 días.
Tras el discurso, Sarkozy sonríe junto al canciller Kouchner
Foto: AFP
Para Francia, explicó Sarkozy, las prioridades de su política exterior son Europa, las relaciones con Estados Unidos, el diálogo entre el islam y Occidente, el conflicto de Medio Oriente y Africa. Europa, la prioridad "La construcción Europa seguirá siendo la prioridad absoluta de nuestra política exterior", precisó Sarkozy. Al respecto, propuso crear antes de fin de año un "comité de 10 o 12 sabios de alto nivel" para que reflexionen sobre lo que será de Europa en 2020 y 2030. También anunció que Francia tomará iniciativas muy importantes para reforzar la defensa europea y renovar la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). Sobre ese tema, se negó a examinar las relaciones entre la Unión Europea y la OTAN como antagónicas. "No tiene sentido oponerlas: necesitamos a las dos", dijo. Con respecto a Estados Unidos, afirmó que "la amistad con ese país es tan importante hoy como lo ha sido en los dos siglos pasados". Sin embargo, Sarkozy aclaró que Francia no obedecerá ciegamente al gobierno de George W. Bush. "Aliados no quiere decir alineados y me siento perfectamente libre de expresar tanto nuestros acuerdos como nuestros desacuerdos, sin complacencias ni tabúes", indicó. Sobre Irak, tema que fue motivo de fricciones entre ambos países, el presidente francés reafirmó la doctrina de su antecesor Jacques Chirac, hostil a la guerra, y pidió a Estados Unidos una clarificación sobre la retirada de las tropas extranjeras.
Además, Sarkozy respaldó el reciente viaje a Bagdad del canciller francés, Bernard Kouchner, y le dio su apoyo en plena tormenta diplomática con el primer ministro iraquí Nouri al-Maliki. Tras haber declarado el domingo que Al-Maliki debía alejarse del poder, Kouchner ofreció ayer las disculpas que exigía el cuestionado líder de Irak. Pocas horas después, sin embargo, volvió a decir que "a lo mejor pronto iba a desaparecer". Sarkozy también anunció su intención de presidir en septiembre una reunión del Consejo de Seguridad de la Organización de las Naciones Unidas dedicado a Africa. En el marco del choque de civilizaciones y del conflicto con Medio Oriente, consideró "inaceptable que Irán se dote del arma nuclear". La tensión provocada por el programa atómico de Teherán es "sin lugar a dudas la crisis más grave que pesa actualmente sobre el orden internacional", dijo Sarkozy. En ese sentido, se comprometió a apoyar una política de apertura hacia Irán si este país respeta sus obligaciones en el terreno nuclear.
Fuente: Diario La Nación de Buenos Aires
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