Los demócratas de la Cámara aprobaron anoche ayer un proyecto de ley de presupuesto para la guerra por $50,000 millones que requiere que el Presidente comience a retirar las tropas de Irak en las próximas semanas, con la meta de poner fin a los combates en diciembre del 2008. La medida, aprobada por 218-203, es un golpe simbólico al presidente George W. Bush, que ya ha ordenado el retiro de algunas tropas en las próximas semanas, pero se opone a un cronograma impuesto por el Congreso. Y aunque no se espera que el proyecto sea aprobado por el Senado --ni se logre anular un veto presidencial-- los demócratas dijeron que querían que los votantes supieran que no se darán por vencidos. ''El hecho es que ya no podemos sostener más el despliegue militar en Irak'', dijo la presidenta de la Cámara Nancy Pelosi, demócrata por California. ``Quedarnos allí ya no es una opción''.
La Casa Blanca prometió vetar el proyecto, y los republicanos dijeron que respaldarían al Presidente. El proyecto requeriría que EEUU inicie la retirada de tropas dentro de los 30 días tras su aprobación y busca el retiro de la mayoría de las mismas para el 15 de diciembre del 2008. Los $50,000 millones representan un cuarto de la cantidad que Bush solicitó para el año fiscal 2008, que empezó el 1ro. de octubre. ''En vez de darle al Presidente $200,000 millones para continuar la guerra, le da $50,000 para terminarla'', dijo el representante David Obey, demócrata por Wisconsin, presidente de la Comisión de Asignaciones de la Cámara. La Casa Blanca indicó que Bush rechazaría el proyecto. ''Además de infringir la autoridad constitucional del Presidente como comandante en jefe, la medida ordenaría un retiro precipitado de tropas que pudiera aumentar la probabilidad de que éstas tengan que regresar a Irak algún día para confrontar a un enemigo todavía más peligroso'', dijo una declaración de la administración.
Horas antes de la votación, la Casa Blanca despachó al secretario de Defensa, Robert Gates, y a la secretaria de Estado, Condoleezza Rice, al Congreso para informar a los legisladores sobre la situación en Irak. En una reunión a puertas cerradas, Gates exhortó a un grupo de senadores a no apoyar el proyecto. Dijo que los mismos legisladores que criticaron a los civiles del Pentágono por no haber considerado el consejo de los generales, ahora le estaban pidiendo que hiciera lo mismo, según dijo un funcionario que participó en la reunión y que pidió anonimato. El resultado de la votación en la Cámara había sido puesto en duda en días recientes por los demócratas liberales, quienes dijeron que el proyecto era demasiado suave porque Bush podía ignorar la fecha del 2008. Mientras, los demócratas conservadores dijeron que pensaban que se había ido muy lejos y que la medida podría atarles las manos a los jefes militares.
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