Ciertas inversiones de países desarrollados en la Argentina dependen de que el país vuelva a pagar la deuda de US$ 6200 millones que tiene con el Club de París, el grupo informal de 19 potencias acreedoras que han prestado a 84 naciones. Este pasivo se encuentra impago desde la cesación de pagos de diciembre de 2001. La otra deuda que tampoco se ha pagado son los bonos que no entraron en el canje de 2005 porque sus tenedores no aceptaron la fuerte quita propuesta por el gobierno de Néstor Kirchner. En las estadísticas de la Subsecretaría de Financiamiento del segundo trimestre del año se indica que la Argentina debe un total de US$ 165.339 millones. Unos 27.024 millones corresponden a los títulos que no se reestructuraron. A su vez, 5436 millones se le deben al Club de París, pero la cifra real es mayor si se incluyen las multas por los vencimientos impagos en los últimos seis años. De esta deuda, sólo US$ 651 millones aún no vencieron. Más de la mitad del pasivo con el Club de París, cuya sede está en la capital francesa, es con Alemania, Japón y Holanda. También tiene peso lo adeudado a Suiza, España -más allá del ya renegociado préstamo bilateral que este país concedió en el blindaje financiero de 2000- y Estados Unidos.
El default con este grupo de países impide que los inversores y exportadores de esos orígenes cuenten con reaseguros para sus negocios con la Argentina. Es decir, las agencias de reaseguros -algunas de ellas estatales- no cubren inversiones por estos pagos, contratos con el Estado argentino o ventas de maquinarias u otros bienes. La falta de respaldo encarece las operaciones: en algunos casos terminan por abortarse y en otros repercuten en mayores costos para contrataciones del Gobierno. Tal es el caso del préstamo que el banco francés Société Générale le concedió a la Argentina para que la también francesa Alstom construya el tren bala Buenos Aires-Rosario. En situación normal, se deben bonos a diversos inversores privados por US$ 83.394 millones, títulos garantizados Bogar por 11.927 millones, préstamos garantizados -en manos de inversores institucionales- por 12.939 millones, créditos a la banca comercial por 820 millones y préstamos bilaterales con España y otros países, por 1690 millones. Al Banco Mundial se le deben 5973 millones; al Banco Interamericano de Desarrollo (BID), 8287 millones, y a la Corporación Andina de Fomento (CAF), 132 millones. A corto plazo, se adeudan 5926 millones al Banco Central y 1295 millones en Letras del Tesoro.
Fuente: Diario La Nación de Buenos Aires
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