martes, diciembre 11, 2007

¡Dios salve a Bolivia!

En la lógica de la confrontación alentada por el gobierno del Movimiento al Socialismo y la división del país que ella implica, sin embargo de haber previsto en el proyecto de Constitución de su propia factura la declaración de traición a la Patria contra el produjera tan indeseable extremo, los prefectos de la "media luna" ampliada han decidido desconocer dicho texto, aprobado en Oruro cargado de vicios que lo tornan ilegal e ilegítimo, disponiendo más bien la concreción de la autonomía en los departamentos de Beni, Pando, Santa Cruz y Tarija, con adhesión de la Prefectura de Cochabamba y al parecer el movimiento cívico de Chuquisaca, en ausencia de su primera autoridad electa. Es decir que mientras el oficialismo, a la cabeza del Presidente de la República, festeja lo ocurrido en la ciudad de Pagador el pasado fin de semana, la mitad del país y quizá más, se apresta a emprender su propio rumbo a base del dictamen de un referéndum en el que sus habitantes se pronunciaron por conducirse de manera autónoma, circunstancia que a la vez de traducir una inequívoca fractura con la administración y tres otros distritos que la respaldan, plantea interrogantes que sólo el tiempo absolverá.
Ello, en las postrimerías de un año en el cual el tráfago político ha primado por sobre la problemática económica, como acertadamente lo advierte el sector productivo privado, situación que se refleja en el actual proceso inflacionario, así comolo que es peor en un aislamiento de los mecanismos que hacen al comercio internacional, en privilegio de pretendidos sustitutos o alternativas puestos en duda por sus mismos mentores una vez observada la realidad. De estas hechas, en cuestión de pocos días se conocerán tanto los estatutos autonómicos de al menos las cuatro regiones del oriente y sur del territorio, como su puesta en práctica, con lo que la división estará definida para generar consecuencias imprevisibles que ojalá no deparen más violencia de la que ya se ha sufrido de enero de 2006 a esta parte. Así lo han querido el primer mandatario y su entorno, poniendo en alto riesgo la paz social y la convivencia civilizada entre los bolivianos, además de defraudar a un porcentaje mayoritario de electores que concurrieron a las urnas en demanda de cambios, pero no en el tinte ni en la forma de los que se trata de imponer, unilateralmente y sin escuchar siquiera a quienes se inclinaron por otras opciones. Serán los acontecimientos del inmediato futuro y, en última instancia, la historia, los que juzguen ese proceder y sus todavía insospechadas derivaciones. Entretanto y a pesar de la recurrencia de su empleo, parece oportuno formular esa invocación de ¡Dios salve a Bolivia!

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

 
Libardo Buitrago / Blog © 2013 | Designed by RA