El Consejo de Seguridad de la ONU fue incapaz de superar este miércoles la situación de punto muerto respecto a Kosovo, después de que las partes —EEUU y la UE por un lado y Rusia y Serbia por otro— confirmaran que "sus posturas sobre la soberanía siguen siendo irreconciliables", según explicó el embajador belga, Johann Verbeke. La ausencia de consenso entre los 15 miembros del Consejo abre la puerta al envío de una misión civil y policial de la UE que asuma la administración del territorio balcánico —en manos de Naciones Unidas desde 1999— y lo prepare para la independencia que busca la mayoría albanesa. A este respecto, el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, anunció en Madrid que España aportará a la misión un "reducidísimo" grupo de entre 15 y 20 personas y reiteró su oposición a las declaraciones unilaterales de ruptura.
El embajador ruso, Vitaly Churkin, tras la reunión del Consejo de Seguridad. (Foto: AP)
EEUU y los miembros de la UE presentes en la reunión elaboraron una declaración conjunta en la que se apunta la necesidad de "vanzar hacia una solución" tras la falta de acuerdo. "Nos hubiera gustado que el Consejo de Seguridad jugara un papel, pero, como quedó claro una vez más, no hay un acuerdo en el Consejo sobre el camino a seguir", añade el texto. Por ello, los firmantes destacaron su respaldo a la decisión de la UE de ayudar a Kosovo en la definición de un futuro que, según los líderes de la provincia serbia, pasa por la independencia.
Negociación o ruptura
En la declaración se asegura que el camino de la negociación se agotó tras el último intento mediado por una 'troika' conformada por EEUU, Rusia y la UE. Sin embargo, esta afirmación fue rechazada por el embajador ruso, Vitaly Churkin, quien presentó una nueva propuesta para que reanudar el proceso de diálogo. "Como somos optimistas, creemos que las negociaciones pueden reanudarse y que las dos partes pueden llegar a una solución aceptable para ambos", afirmó Churkin. Belgrado se opone a perder la soberanía sobre su provincia, mientras que Moscú considera que una declaración de independencia sin el aval de Naciones Unidas es contraria al derecho internacional, además de sentar un peligroso precedente para otros conflictos soberanistas. Los Gobiernos occidentales, por su parte, consideran que Rusia cerró cualquier posibilidad de llegar a una acuerdo sobre el futuro del territorio cuando en julio bloqueó una resolución que ponía en práctica el plan de "independencia supervisada" propuesto por el antiguo mediador internacional, Martti Ahtisaari.
En la declaración se asegura que el camino de la negociación se agotó tras el último intento mediado por una 'troika' conformada por EEUU, Rusia y la UE. Sin embargo, esta afirmación fue rechazada por el embajador ruso, Vitaly Churkin, quien presentó una nueva propuesta para que reanudar el proceso de diálogo. "Como somos optimistas, creemos que las negociaciones pueden reanudarse y que las dos partes pueden llegar a una solución aceptable para ambos", afirmó Churkin. Belgrado se opone a perder la soberanía sobre su provincia, mientras que Moscú considera que una declaración de independencia sin el aval de Naciones Unidas es contraria al derecho internacional, además de sentar un peligroso precedente para otros conflictos soberanistas. Los Gobiernos occidentales, por su parte, consideran que Rusia cerró cualquier posibilidad de llegar a una acuerdo sobre el futuro del territorio cuando en julio bloqueó una resolución que ponía en práctica el plan de "independencia supervisada" propuesto por el antiguo mediador internacional, Martti Ahtisaari.
Fuente: Diario El Mundo de España
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