La orden de la presidenta Cristina Kirchner fue más que clara: les advirtió nuevamente a los funcionarios del más alto nivel de su Gobierno que no dialogará con las entidades del agro mientras persista el paro del campo, que ya lleva 12 días y se convirtió en la más fuerte protesta del sector de los últimos años.
Desde su casa de El Calafate, donde pasó la Semana Santa y el feriado de ayer, la Presidenta instruyó a sus colaboradores a que bajaran el tono de las declaraciones públicas. La estrategia del Gobierno es así apostar sólo al desgaste del reclamo.
¿Cómo lo hará? Según razonan en lo más alto del poder, los productores cuentan con el tiempo en su contra. "No van a saber qué hacer con lo producido y no van a querer tener pérdidas", sostuvo una fuente oficial consultada por LA NACION.
El Gobierno en ese sentido, "dejará hacer", según un funcionario nacional que anoche insistía en que los argumentos que utilizaba el campo para expresar su queja comenzaban a debilitarse.
"El reclamo por las retenciones perdió consistencia con la baja del precio internacional de la soja, que se produjo la semana pasada", reflexionaban en el Ministerio de Economía, que conduce Martín Lousteau, el encargado de hacer el anuncio de la suba de las retenciones que provocó la ira del sector agropecuario.
"Al día de hoy, se retiene el 40 por ciento. Si no fuera por el esquema móvil establecido, sería del 44 por ciento y con el mismo precio", se defendían.
La negociación en el más alto nivel del Gobierno está estancada, según admitieron tres fuentes consultadas por LA NACION.
Hasta el momento, la Presidenta no habló públicamente de la situación de tensión creciente en las rutas, con múltiples cortes de los productores agropecuarios y que se prolongarán por tiempo indeterminado. Sí, en cambio, dialogó permanentemente por teléfono desde su residencia de Santa Cruz con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y con Lousteau, involucrados de lleno en el conflicto del campo. La frase oficial es siempre la misma: "El Gobierno no va a ceder mientras haya una ruta cortada", repiten.
La Presidenta tenía previsto para hoy concurrir a un acto en Rosario, una de las principales ciudades en producción agropecuaria y cuna del paro, pero la semana pasada resolvió que no iría. No obstante, fuentes oficiales descartaban anoche que la decisión haya tenido relación alguna con el paro. La Presidenta participará hoy de un acto en la Casa Rosada en el que, según trascendió, podría plantear que no negociará bajo presión.
Siga leyendo el artículo del diario La Nación de Buenos Aires
Desde su casa de El Calafate, donde pasó la Semana Santa y el feriado de ayer, la Presidenta instruyó a sus colaboradores a que bajaran el tono de las declaraciones públicas. La estrategia del Gobierno es así apostar sólo al desgaste del reclamo.
¿Cómo lo hará? Según razonan en lo más alto del poder, los productores cuentan con el tiempo en su contra. "No van a saber qué hacer con lo producido y no van a querer tener pérdidas", sostuvo una fuente oficial consultada por LA NACION.
El Gobierno en ese sentido, "dejará hacer", según un funcionario nacional que anoche insistía en que los argumentos que utilizaba el campo para expresar su queja comenzaban a debilitarse.
"El reclamo por las retenciones perdió consistencia con la baja del precio internacional de la soja, que se produjo la semana pasada", reflexionaban en el Ministerio de Economía, que conduce Martín Lousteau, el encargado de hacer el anuncio de la suba de las retenciones que provocó la ira del sector agropecuario.
"Al día de hoy, se retiene el 40 por ciento. Si no fuera por el esquema móvil establecido, sería del 44 por ciento y con el mismo precio", se defendían.
La negociación en el más alto nivel del Gobierno está estancada, según admitieron tres fuentes consultadas por LA NACION.
Hasta el momento, la Presidenta no habló públicamente de la situación de tensión creciente en las rutas, con múltiples cortes de los productores agropecuarios y que se prolongarán por tiempo indeterminado. Sí, en cambio, dialogó permanentemente por teléfono desde su residencia de Santa Cruz con el jefe de Gabinete, Alberto Fernández, y con Lousteau, involucrados de lleno en el conflicto del campo. La frase oficial es siempre la misma: "El Gobierno no va a ceder mientras haya una ruta cortada", repiten.
La Presidenta tenía previsto para hoy concurrir a un acto en Rosario, una de las principales ciudades en producción agropecuaria y cuna del paro, pero la semana pasada resolvió que no iría. No obstante, fuentes oficiales descartaban anoche que la decisión haya tenido relación alguna con el paro. La Presidenta participará hoy de un acto en la Casa Rosada en el que, según trascendió, podría plantear que no negociará bajo presión.
Siga leyendo el artículo del diario La Nación de Buenos Aires
Entradas
No hay comentarios.:
Publicar un comentario