El movimiento regional contra el proyecto indigenista de Evo Morales sumó ayer una nueva ficha en su casillero con la ratificación en referéndum del Estatuto de Autonomía de Tarija. El sí ganó ayer con el 79% de los votos, según los primeros sondeos, pero el Gobierno de Morales aseguró que la abstención fue superior al 50%. Situada al sur de Bolivia, Tarija es una pequeña región que atesora las mayores reservas de hidrocarburos del país.
El movimiento regional contra el proyecto indigenista de Evo Morales sumó ayer una nueva ficha en su casillero con la ratificación en referéndum del Estatuto de Autonomía de Tarija. El sí ganó ayer con el 79% de los votos, según los primeros sondeos, pero el Gobierno de Morales aseguró que la abstención fue superior al 50%. Situada al sur de Bolivia, Tarija es una pequeña región que atesora las mayores reservas de hidrocarburos del país. Su rebelión contra el poder de La Paz es un duro golpe económico a Morales.
Mientras los tarijeños se encontraban todavía votando, la región de Cochabamba anunció que en septiembre celebrará una votación sobre la conveniencia o no de tener su propia autonomía. Es otra mala noticia para Morales que ve cómo poco a poco pierde apoyo territorial.
De calles limpias y ordenadas con sabor colonial español, y situada a orillas del Guadalquivir, Tarija es una ciudad que había vivido sobre todo del vino hasta que empezó a llegar dinero procedente de las regalías petroleras. Y con esta premisa, el prefecto Marío Cossío y el presidente del Comité Cívico de Tarija, Reynaldo Bayar, sometieron ayer a votación un texto que otorga una amplia autonomía a la región sobre todo en lo referente a la gestión de los recursos económicos.
Se trata de la cuarta votación de este tipo desde que Santa Cruz, la región más grande y rica de país, aprobara el 4 de mayo su propio estatuto con el 80% de los votos. Le siguieron Beni y Pando con similar resultado. El Gobierno boliviano rechazó ayer la legitimidad de la convocatoria ya que sólo el Ejecutivo puede convocar una consulta de este tipo y además destacó la baja participación en la consulta, argumentos que había empleado con anterioridad.
Siga leyendo el artículo del diario El País de España
El movimiento regional contra el proyecto indigenista de Evo Morales sumó ayer una nueva ficha en su casillero con la ratificación en referéndum del Estatuto de Autonomía de Tarija. El sí ganó ayer con el 79% de los votos, según los primeros sondeos, pero el Gobierno de Morales aseguró que la abstención fue superior al 50%. Situada al sur de Bolivia, Tarija es una pequeña región que atesora las mayores reservas de hidrocarburos del país. Su rebelión contra el poder de La Paz es un duro golpe económico a Morales.
Mientras los tarijeños se encontraban todavía votando, la región de Cochabamba anunció que en septiembre celebrará una votación sobre la conveniencia o no de tener su propia autonomía. Es otra mala noticia para Morales que ve cómo poco a poco pierde apoyo territorial.
De calles limpias y ordenadas con sabor colonial español, y situada a orillas del Guadalquivir, Tarija es una ciudad que había vivido sobre todo del vino hasta que empezó a llegar dinero procedente de las regalías petroleras. Y con esta premisa, el prefecto Marío Cossío y el presidente del Comité Cívico de Tarija, Reynaldo Bayar, sometieron ayer a votación un texto que otorga una amplia autonomía a la región sobre todo en lo referente a la gestión de los recursos económicos.
Se trata de la cuarta votación de este tipo desde que Santa Cruz, la región más grande y rica de país, aprobara el 4 de mayo su propio estatuto con el 80% de los votos. Le siguieron Beni y Pando con similar resultado. El Gobierno boliviano rechazó ayer la legitimidad de la convocatoria ya que sólo el Ejecutivo puede convocar una consulta de este tipo y además destacó la baja participación en la consulta, argumentos que había empleado con anterioridad.
Siga leyendo el artículo del diario El País de España
No hay comentarios.:
Publicar un comentario