lunes, julio 07, 2008

Ante el fin de la guerra política en Colombia

La guerra o la paz. Aunque parezca una verdad de Perogrullo, ésta es la disyuntiva en la que se debate Colombia, y especialmente las FARC, tras el espectacular rescate de Ingrid Betancourt y otros 14 rehenes. ¿Acaso no era así antes? No, antes el debate era si activar o no el intercambio humanitario de rehenes por guerrilleros presos que pretendía la guerrilla. Sólo después de realizado el intercambio, que nunca se logró por los fuertes desacuerdos sobre cómo realizarlo entre el presidente colombiano, Alvaro Uribe, y las FARC, se podía llegar a abordar el tema de la paz.

Con la operación Jaque, que privó a la guerrilla de sus principales "cartas de negociación", se acabó la perspectiva de un intercambio humanitario. Como dijo la propia Betancourt poco después de ser liberada, ahora sólo queda la liberación unilateral de los rehenes por parte de la guerrilla. Eso sí: si ellos quieren la paz. "Las FARC estaban peleando dos guerras: una guerra de unidades pequeñas y medianas contra el ejército colombiano, y la guerra de los rehenes, la del secuestro como arma política para presionar a la opinión pública mundial. Con la liberación de Ingrid, pierden la guerra política y queda aún la otra guerra", dijo a LA NACION el analista colombiano León Valencia.

Por su parte, el analista Pedro Medellín afirmó que las FARC no habían previsto que los secuestrados se transformarían en su principal problema. "El secuestro mostró los vejámenes y las torturas a las que eran sometidos los rehenes, y la dimensión familiar del fenómeno. Las FARC, que querían que se las reconociera como una organización en estado de beligerancia, quebraron con los secuestros todos los principios básicos de la guerra, al incorporar civiles al conflicto", dijo. "La gente escuchó de la boca de los secuestrados la magnitud de fenómeno y eso se volvió muy en contra de las FARC", agregó. Medellín dijo que el cierre de la posibilidad de un canje humanitario en Colombia se formalizó cuando Betancourt dijo, luego de su rescate, que ya no es tiempo de hacerlo.

"Entonces, se desplaza el asunto de un acuerdo entre partes, a una obligación de las FARC, que quedan contra la pared. Lo van a estar cada vez más con la campaña que encabezará Ingrid por los demás secuestrados", vaticinó el analista.

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