Fueron 45 minutos de alta tensión. El reencuentro entre Cristina Kirchner y Julio Cobos, después del rechazo del vicepresidente a las retenciones móviles en el Senado, terminó con pocos avances. La concertación plural, la alianza que ambos formaron para la campaña electoral del año pasado, quedó al borde del fracaso tras la reunión de ayer.
La Presidenta aceptó recibir a Cobos en su despacho después de un pedido de audiencia que había presentado el vicepresidente, anteanoche, mediante una escueta carta. Habían pasado 22 días sin verse. El Gobierno calificó la reunión como ?sobria? y ?seria? por medio del jefe de Gabinete, Sergio Massa, en una presentación en la sala de conferencias de la Casa Rosada, en la que no permitió preguntas. Cerca de Cobos hablaron de un encuentro ?frío? y ?duro?. Además de los dos protagonistas, participaron Massa y el ministro del Interior, Florencio Randazzo.
?Para nosotros es muy importante el carácter reservado de la reunión, pero sí podemos decirles que fue sin adjetivaciones ni a personas ni a conductas, y nos parece importante que lo sepan?, se excusó el jefe de Gabinete. Funcionarios con despacho en Balcarce 50 contaron a LA NACION que la Presidenta le planteó a Cobos que su voto en contra, en la crucial sesión en el Senado, había generado ?una posición complicada para el Gobierno?. Según una fuente al tanto de los pormenores del encuentro, Cristina Kirchner se plantó: ?No se puede explicar que vos votaras en contra?. Cobos la escuchaba muy serio.
Massa sostuvo que la Presidenta había sido ?muy profunda y sincera en el diálogo?. Traducido: le dijo que era "inexplicable" el rechazo de su vice al proyecto de retenciones. Cada uno se mantuvo firme en su postura. Según fuentes consultadas por LA NACION, tanto del Gobierno como del radicalismo K, mientras la Presidenta insistía en sus cuestionamientos a la postura asumida por el vicepresidente, Cobos le ratificaba: "Creo que hice lo correcto y los hechos posteriores lo están demostrando". Así lo contó un allegado al dirigente mendocino, uno de los pocos que pudieron hablar unos minutos con él antes de que partiera rumbo a su provincia para asistir al sepelio de su consuegro.
¿Fue una reconciliación? "No", respondió un funcionario. "Fue una buena reunión y el avance mayor es que Cobos pidió la audiencia anoche [por anteanoche] y enseguida la Presidenta lo recibió", indicó un colaborador cercano a Cristina Kirchner. "Cada uno trabajará en su rol institucional y sólo el tiempo definirá si lo que pasó rompe definitivamente la relación", amplió la fuente. Toda una señal de que el distanciamiento es total. Como muestra, la Presidenta ordenó que no se tomaran fotografías del encuentro, ni siquiera oficiales.
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La Presidenta aceptó recibir a Cobos en su despacho después de un pedido de audiencia que había presentado el vicepresidente, anteanoche, mediante una escueta carta. Habían pasado 22 días sin verse. El Gobierno calificó la reunión como ?sobria? y ?seria? por medio del jefe de Gabinete, Sergio Massa, en una presentación en la sala de conferencias de la Casa Rosada, en la que no permitió preguntas. Cerca de Cobos hablaron de un encuentro ?frío? y ?duro?. Además de los dos protagonistas, participaron Massa y el ministro del Interior, Florencio Randazzo.
?Para nosotros es muy importante el carácter reservado de la reunión, pero sí podemos decirles que fue sin adjetivaciones ni a personas ni a conductas, y nos parece importante que lo sepan?, se excusó el jefe de Gabinete. Funcionarios con despacho en Balcarce 50 contaron a LA NACION que la Presidenta le planteó a Cobos que su voto en contra, en la crucial sesión en el Senado, había generado ?una posición complicada para el Gobierno?. Según una fuente al tanto de los pormenores del encuentro, Cristina Kirchner se plantó: ?No se puede explicar que vos votaras en contra?. Cobos la escuchaba muy serio.
Massa sostuvo que la Presidenta había sido ?muy profunda y sincera en el diálogo?. Traducido: le dijo que era "inexplicable" el rechazo de su vice al proyecto de retenciones. Cada uno se mantuvo firme en su postura. Según fuentes consultadas por LA NACION, tanto del Gobierno como del radicalismo K, mientras la Presidenta insistía en sus cuestionamientos a la postura asumida por el vicepresidente, Cobos le ratificaba: "Creo que hice lo correcto y los hechos posteriores lo están demostrando". Así lo contó un allegado al dirigente mendocino, uno de los pocos que pudieron hablar unos minutos con él antes de que partiera rumbo a su provincia para asistir al sepelio de su consuegro.
¿Fue una reconciliación? "No", respondió un funcionario. "Fue una buena reunión y el avance mayor es que Cobos pidió la audiencia anoche [por anteanoche] y enseguida la Presidenta lo recibió", indicó un colaborador cercano a Cristina Kirchner. "Cada uno trabajará en su rol institucional y sólo el tiempo definirá si lo que pasó rompe definitivamente la relación", amplió la fuente. Toda una señal de que el distanciamiento es total. Como muestra, la Presidenta ordenó que no se tomaran fotografías del encuentro, ni siquiera oficiales.
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