La economía estadounidense se está deteriorando a un ritmo mucho más rápido de lo esperado hace tan sólo unas semanas. Esto sugiere que la recesión será más profunda y duradera de lo que se temía.
El Departamento de Comercio de Estados Unidos informó que las exportaciones, que hasta mediados de año habían servido de salvavidas para la economía, cayeron 2,2% en octubre a medida que la demanda extranjera de bienes estadounidenses continuó cuesta abajo. El déficit comercial subió en octubre a US$ 57.200 millones, frente a los US$ 56.600 millones de septiembre, a pesar del considerable abaratamiento del petróleo. Otro informe del gobierno indica que las solicitudes iniciales de prestaciones de desempleo en la primera semana de diciembre saltaron a un total de 573.000, el mayor nivel en 26 años. El número de trabajadores que siguen cobrando compensación por desempleo aumentó a 4,33 millones en la semana que terminó el 29 de noviembre.
Mientras tanto, los datos más recientes de la Reserva Federal (Fed) revelan que las familias del país redujeron su nivel de endeudamiento por primera vez desde que el banco central empezó a recopilar esta información en 1952. Aunque se trata de una tendencia positiva a largo plazo, el aumento del ahorro quiere decir que los consumidores están gastando menos, lo que constituye un nuevo golpe para una economía en la que el consumo equivale al 70% del Producto Interno Bruto.
Pronósticos actualizados
La ráfaga de cifras oficiales obligó a los economistas a actualizar sus pronósticos acerca de la magnitud de la contracción. Ahora creen que la recesión continuará hasta entrado el primer semestre de 2009. Es probable que estas sombrías noticias le den un empujón a los planes del presidente electo, Barack Obama, para orquestar un gigantesco plan de estímulo fiscal.
La consultora Macroeconomic Advisers aludió a las exportaciones y otras señales como justificación para revisar a la baja en un punto porcentual su previsión para el PIB del actual trimestre, a un declive anualizado de 6,6%. Si el pronóstico acierta, este trimestre rivalizaría con los lapsos más negros de la recesión de principios de los años 80. La economía cayó 7,8% en el segundo trimestre de 1980 y 6,4% en los tres primeros meses de 1982.
De todas formas, la cifra final del PIB podría ser más alta. Algunas firmas de consultoría siguen pronosticando un declive de poco menos de 5% para este trimestre y 4% para los primeros tres meses del año que viene.
Los economistas que participaron en la última encuesta de The Wall Street Journal estiman en promedio que el declive del PIB, que empezó en julio, sigua durante los dos primeros trimestres de 2009. Si tienen razón, sería la primera vez en que la economía estadounidense se contrae durante cuatro trimestres consecutivos durante la posguerra.
Siga leyendo el artículo escrito por Phil Izzo, Brenda Cronin y Sudeep Reddy The Wall Street Journal Americas, en el diario La Nación de Buenos Aires
El Departamento de Comercio de Estados Unidos informó que las exportaciones, que hasta mediados de año habían servido de salvavidas para la economía, cayeron 2,2% en octubre a medida que la demanda extranjera de bienes estadounidenses continuó cuesta abajo. El déficit comercial subió en octubre a US$ 57.200 millones, frente a los US$ 56.600 millones de septiembre, a pesar del considerable abaratamiento del petróleo. Otro informe del gobierno indica que las solicitudes iniciales de prestaciones de desempleo en la primera semana de diciembre saltaron a un total de 573.000, el mayor nivel en 26 años. El número de trabajadores que siguen cobrando compensación por desempleo aumentó a 4,33 millones en la semana que terminó el 29 de noviembre.
Mientras tanto, los datos más recientes de la Reserva Federal (Fed) revelan que las familias del país redujeron su nivel de endeudamiento por primera vez desde que el banco central empezó a recopilar esta información en 1952. Aunque se trata de una tendencia positiva a largo plazo, el aumento del ahorro quiere decir que los consumidores están gastando menos, lo que constituye un nuevo golpe para una economía en la que el consumo equivale al 70% del Producto Interno Bruto.
Pronósticos actualizados
La ráfaga de cifras oficiales obligó a los economistas a actualizar sus pronósticos acerca de la magnitud de la contracción. Ahora creen que la recesión continuará hasta entrado el primer semestre de 2009. Es probable que estas sombrías noticias le den un empujón a los planes del presidente electo, Barack Obama, para orquestar un gigantesco plan de estímulo fiscal.
La consultora Macroeconomic Advisers aludió a las exportaciones y otras señales como justificación para revisar a la baja en un punto porcentual su previsión para el PIB del actual trimestre, a un declive anualizado de 6,6%. Si el pronóstico acierta, este trimestre rivalizaría con los lapsos más negros de la recesión de principios de los años 80. La economía cayó 7,8% en el segundo trimestre de 1980 y 6,4% en los tres primeros meses de 1982.
De todas formas, la cifra final del PIB podría ser más alta. Algunas firmas de consultoría siguen pronosticando un declive de poco menos de 5% para este trimestre y 4% para los primeros tres meses del año que viene.
Los economistas que participaron en la última encuesta de The Wall Street Journal estiman en promedio que el declive del PIB, que empezó en julio, sigua durante los dos primeros trimestres de 2009. Si tienen razón, sería la primera vez en que la economía estadounidense se contrae durante cuatro trimestres consecutivos durante la posguerra.
Siga leyendo el artículo escrito por Phil Izzo, Brenda Cronin y Sudeep Reddy The Wall Street Journal Americas, en el diario La Nación de Buenos Aires
No hay comentarios.:
Publicar un comentario