Hasta no hace mucho tiempo, Barack Obama y sus asesores se peleaban para demostrar que Hillary Rodham Clinton carecía de credenciales en materia de política exterior. Una de las imágenes de Clinton que más perduró fue la de una primera dama que durante el gobierno de su esposo, Bill, bebía té y comía bizcochos con dignatarios extranjeros.
"¿Cual es exactamente su experiencia en política exterior?", preguntó en cierta ocasión Obama al aludir a la senadora por Nueva York. " ¿Acaso negoció tratados? ¿Lidió con alguna crisis? La respuesta es no''.
Esas palabras las pronunció en marzo, cuando Clinton disputaba con Obama la nominación a la candidatura presidencial por el Partido Demócrata. Ahora, en cambio, Clinton está a punto de ser nominada por Obama para el máximo cargo diplomático del país: la Secretaría de Estado.
Por lo tanto, lejos de burlarse de sus credenciales en materia de política exterior, la ex primera dama ahora es elogiada.
William Daley, asesor de Obama, dijo durante el fin de semana que la senadora Clinton "será una tremenda adquisición para este gobierno. Tremenda''.
Sin embargo, en el primer trimestre del 2008, era otra la opinión sobre Clinton. Y algunos de los principales críticos de Clinton ocuparán posiciones altas, junto con ella, en el gobierno de Obama.
Greg Craig, quien ha sido elegido para servir como asesor de la Casa Blanca, dijo durante las primarias demócratas que Clinton trató de vestirse con plumas ajenas al atribuirse algunos de los méritos de su esposo en materia de política exterior.
"Ella no asistió a ninguna de las reuniones del Consejo de Seguridad Nacional cuando era primera dama'', dijo Craig en una teleconferencia. También negó las aseveraciones de Clinton de que había tenido influencia en el proceso de paz de Irlanda del Norte, de haber logrado la apertura de las fronteras para refugiados durante la guerra en Kosovo, o de haber hecho una peligrosa visita a Bosnia. (Clinton aseguró haber descendido en un aeropuerto de Bosnia mientras las balas pasaban a su alrededor. Un video en Youtube mostró que en realidad había llegado pacíficamente al aeropuerto y que una niña la recibió con un ramo de flores.)
Siga leyendo el artículo del diario El Nuevo Herald de Miami
"¿Cual es exactamente su experiencia en política exterior?", preguntó en cierta ocasión Obama al aludir a la senadora por Nueva York. " ¿Acaso negoció tratados? ¿Lidió con alguna crisis? La respuesta es no''.
Esas palabras las pronunció en marzo, cuando Clinton disputaba con Obama la nominación a la candidatura presidencial por el Partido Demócrata. Ahora, en cambio, Clinton está a punto de ser nominada por Obama para el máximo cargo diplomático del país: la Secretaría de Estado.
Por lo tanto, lejos de burlarse de sus credenciales en materia de política exterior, la ex primera dama ahora es elogiada.
William Daley, asesor de Obama, dijo durante el fin de semana que la senadora Clinton "será una tremenda adquisición para este gobierno. Tremenda''.
Sin embargo, en el primer trimestre del 2008, era otra la opinión sobre Clinton. Y algunos de los principales críticos de Clinton ocuparán posiciones altas, junto con ella, en el gobierno de Obama.
Greg Craig, quien ha sido elegido para servir como asesor de la Casa Blanca, dijo durante las primarias demócratas que Clinton trató de vestirse con plumas ajenas al atribuirse algunos de los méritos de su esposo en materia de política exterior.
"Ella no asistió a ninguna de las reuniones del Consejo de Seguridad Nacional cuando era primera dama'', dijo Craig en una teleconferencia. También negó las aseveraciones de Clinton de que había tenido influencia en el proceso de paz de Irlanda del Norte, de haber logrado la apertura de las fronteras para refugiados durante la guerra en Kosovo, o de haber hecho una peligrosa visita a Bosnia. (Clinton aseguró haber descendido en un aeropuerto de Bosnia mientras las balas pasaban a su alrededor. Un video en Youtube mostró que en realidad había llegado pacíficamente al aeropuerto y que una niña la recibió con un ramo de flores.)
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