Los miembros de la Cámara de Representantes de Estados Unidos aprobaron ayer un paquete de rescate de $15,000 millones para la atribulada industria automotriz de EEUU, pero el proyecto de ley aún enfrenta dura oposición de republicanos en el Senado. Los representantes avalaron con 237 votos contra 170 la versión del texto acordada en la mañana de ayer entre los negociadores de la mayoría demócrata en el Congreso y la Casa Blanca.
El proyecto de ley pretende liberar de forma inmediata fondos por hasta $15,000 millones en préstamos a los fabricantes General Motors (GM) y Chrysler, en riesgo de quiebra inminente, mientras que Ford, el otro de los ''Tres Grandes'' de la industria automovilística estadounidense, hizo saber que no tendrá problemas de liquidez en lo inmediato. Inicialmente, los fabricantes habían pedido $34,000 millones para evitar la quiebra.
''Esperamos que la Casa Blanca mantenga su palabra'' de suscribir la versión de la ley aprobada por los representantes'', afirmó la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, demócrata por California.
El proyecto de ley de casi 40 páginas y titulado Proyecto de ley sobre la financiación y la reestructuración de la industria automotriz, fue publicado ayer en la página de internet de la Cámara de Representantes. El mismo prevé principalmente la nominación de un administrador encargado de supervisar la puesta en práctica de las medidas de reestructuración por parte de los constructores. El gobierno del presidente George W. Bush se comprometió a mantener una estrecha concertación con el equipo del presidente electo Barack Obama sobre esta nominación. ''Sabemos que habrá un nuevo presidente el 20 de enero y un nuevo equipo y queremos tener eso en cuenta en todo lo que hagamos, que ello sea conforme a las opiniones del Presidente electo a fin de que sea más eficaz; porque finalmente, será bajo su administración que la decisión sobre el futuro de los constructores de automóviles será tomada'', declaró Joel Kaplan, un cercano colaborador de Bush.
''Seguimos discutiendo con el Senado lo referente a este proceso'', declaró en una rueda de prensa Steny Hoyer, jefe de la mayoría demócrata de la Cámara. ''Hay una gran reticencia [en el Senado] a ayudar directamente a los fabricantes [de autos], pero el impacto [de su quiebra] sobre la economía será muy grave'', precisó.
El proyecto permitiría liberar de manera expedita $15,000 millones a los fabricantes General Motors (GM) y Chrysler, que advirtieron que podrían quebrar antes de fin de año si no recibían el auxilio financiero. Pero la iniciativa aprobada por la Cámara tropieza con una encarnizada resistencia, principalmente de senadores republicanos. El senador republicano John Ensign, por ejemplo, amenazó con maniobrar para retrasar la votación hasta la semana próxima. Por su parte, el sindicato del automóvil UAW expresó ayer su apoyo al ''compromiso bipartidista que prevé la liberación urgente de $15,000 millones a la industria automovilística'', según declaró su presidente, Ron Gettelfinger, en un comunicado. Este plan ''aporta un apoyo determinante'' a este sector y ''pone a funcionar un proceso de reestructuración de nuestra industria'', añadió.
Fuente: Diario El Nuevo Herald de Miami
El proyecto de ley pretende liberar de forma inmediata fondos por hasta $15,000 millones en préstamos a los fabricantes General Motors (GM) y Chrysler, en riesgo de quiebra inminente, mientras que Ford, el otro de los ''Tres Grandes'' de la industria automovilística estadounidense, hizo saber que no tendrá problemas de liquidez en lo inmediato. Inicialmente, los fabricantes habían pedido $34,000 millones para evitar la quiebra.
''Esperamos que la Casa Blanca mantenga su palabra'' de suscribir la versión de la ley aprobada por los representantes'', afirmó la presidenta de la Cámara, Nancy Pelosi, demócrata por California.
El proyecto de ley de casi 40 páginas y titulado Proyecto de ley sobre la financiación y la reestructuración de la industria automotriz, fue publicado ayer en la página de internet de la Cámara de Representantes. El mismo prevé principalmente la nominación de un administrador encargado de supervisar la puesta en práctica de las medidas de reestructuración por parte de los constructores. El gobierno del presidente George W. Bush se comprometió a mantener una estrecha concertación con el equipo del presidente electo Barack Obama sobre esta nominación. ''Sabemos que habrá un nuevo presidente el 20 de enero y un nuevo equipo y queremos tener eso en cuenta en todo lo que hagamos, que ello sea conforme a las opiniones del Presidente electo a fin de que sea más eficaz; porque finalmente, será bajo su administración que la decisión sobre el futuro de los constructores de automóviles será tomada'', declaró Joel Kaplan, un cercano colaborador de Bush.
''Seguimos discutiendo con el Senado lo referente a este proceso'', declaró en una rueda de prensa Steny Hoyer, jefe de la mayoría demócrata de la Cámara. ''Hay una gran reticencia [en el Senado] a ayudar directamente a los fabricantes [de autos], pero el impacto [de su quiebra] sobre la economía será muy grave'', precisó.
El proyecto permitiría liberar de manera expedita $15,000 millones a los fabricantes General Motors (GM) y Chrysler, que advirtieron que podrían quebrar antes de fin de año si no recibían el auxilio financiero. Pero la iniciativa aprobada por la Cámara tropieza con una encarnizada resistencia, principalmente de senadores republicanos. El senador republicano John Ensign, por ejemplo, amenazó con maniobrar para retrasar la votación hasta la semana próxima. Por su parte, el sindicato del automóvil UAW expresó ayer su apoyo al ''compromiso bipartidista que prevé la liberación urgente de $15,000 millones a la industria automovilística'', según declaró su presidente, Ron Gettelfinger, en un comunicado. Este plan ''aporta un apoyo determinante'' a este sector y ''pone a funcionar un proceso de reestructuración de nuestra industria'', añadió.
Fuente: Diario El Nuevo Herald de Miami
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