Las escenas de violencia e intolerancia volvieron a repetirse ayer entre quienes están a favor y en contra del proyecto de Constitución Política del Estado, las que contrastaron con el ambiente de fiesta que se les dio a las masivas concentraciones de cierre de campaña por el Sí en Oruro y Santa Cruz, presididas por el presidente Evo Morales.
A menos de 24 horas del límite establecido para que concluya la propaganda y las actividades proselitistas, las campañas adquirieron rasgos de mayor intolerancia y beligerancia. De los amagos de enfrentamientos que se registraron en varias regiones del país en días pasados, se pasó a los golpes, atentados contra casas de campañas, ese es del caso de la casa de Alianza Social en La Paz, y ataques a las caravanas de vehículos, al extremo que en una de esas riñas, en Cochabamba, una persona le arrancó con la boca parte de la oreja a su adversario.
Mientras las calles y plazas son escenarios de las agresiones físicas, los púlpitos armadas para las multitudinarias concentraciones por el Sí y el No, se han convertido en escenarios para que las autoridades, de Gobierno y prefectos opositores, intercambien insultos, amenazas y se desacrediten mutuamente.
El presidente Evo Morales, en Santa Cruz, una vez más arremetió contra el cardenal Julio Terrazas y le instó a "decir la verdad" y a reconocer su participación en la redacción del proyecto constitucional. Morales se refirió así a unas declaraciones de Terrazas recogidas por la prensa local, en las que rechazaba la participación de la Iglesia Católica en la redacción de los artículos de religión y educación del texto como reveló el vicepresidente, Álvaro García Linera.
El mandatario dijo que pese a que hay religiosos que están haciendo campaña por el "Sí" a la Constitución, hay "algunos padres que no nos acompañan para trabajar por los pobres".
Siga leyendo el artículo del diario Los Tiempos de Cochabamba, Bolivia
A menos de 24 horas del límite establecido para que concluya la propaganda y las actividades proselitistas, las campañas adquirieron rasgos de mayor intolerancia y beligerancia. De los amagos de enfrentamientos que se registraron en varias regiones del país en días pasados, se pasó a los golpes, atentados contra casas de campañas, ese es del caso de la casa de Alianza Social en La Paz, y ataques a las caravanas de vehículos, al extremo que en una de esas riñas, en Cochabamba, una persona le arrancó con la boca parte de la oreja a su adversario.
Mientras las calles y plazas son escenarios de las agresiones físicas, los púlpitos armadas para las multitudinarias concentraciones por el Sí y el No, se han convertido en escenarios para que las autoridades, de Gobierno y prefectos opositores, intercambien insultos, amenazas y se desacrediten mutuamente.
El presidente Evo Morales, en Santa Cruz, una vez más arremetió contra el cardenal Julio Terrazas y le instó a "decir la verdad" y a reconocer su participación en la redacción del proyecto constitucional. Morales se refirió así a unas declaraciones de Terrazas recogidas por la prensa local, en las que rechazaba la participación de la Iglesia Católica en la redacción de los artículos de religión y educación del texto como reveló el vicepresidente, Álvaro García Linera.
El mandatario dijo que pese a que hay religiosos que están haciendo campaña por el "Sí" a la Constitución, hay "algunos padres que no nos acompañan para trabajar por los pobres".
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