En el mensaje de apertura de las sesiones del Congreso, Cristina Kirchner hizo ayer una encendida defensa de su gestión, vaticinó que este año la crisis global provocará un fuerte impacto en el país y reavivó la confrontación con el campo, el tema que dominó su primer año de gobierno.
La Presidenta apuntó hacia el sector rural --entre otros-- al adelantar que propondrá "instrumentos nuevos" que permitan una mayor intervención del Estado en la economía. La frase, subrayada por los aplausos de diputados y senadores oficialistas, va de la mano con el proyecto de creación de un ente que controle el comercio de granos que está estudiando el Gobierno.
Además, Cristina les enrostó a los productores agrarios que de haberse aprobado las retenciones móviles --medida que lograron frenar mediante las protestas-- "las alicuotas de los derechos de exportación serían inferiores a los vigentes". Y les reclamó "solidaridad" por haber "acumulado una rentabilidad importante" y representar "el único sector de la economía que puede no comercializar sus productos", en referencia a las millones de toneladas de soja que acopian, sin exportar.
Buena parte de los 71 minutos de discurso, que pronunció de memoria --tal como en su primer mensaje, el año pasado--, fueron consumidos por el diágnostico de la crisis económica internacional, que la Presidenta calificó de "inédita". Fue en ese marco que Cristina pronosticó que "el año 2009 se convertirá en el más difícil de los últimos cien", reconociendo que repetía una frase pronunciada por el ex presidente Néstor Kirchner, en un reciente acto partidario.
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La Presidenta apuntó hacia el sector rural --entre otros-- al adelantar que propondrá "instrumentos nuevos" que permitan una mayor intervención del Estado en la economía. La frase, subrayada por los aplausos de diputados y senadores oficialistas, va de la mano con el proyecto de creación de un ente que controle el comercio de granos que está estudiando el Gobierno.
Además, Cristina les enrostó a los productores agrarios que de haberse aprobado las retenciones móviles --medida que lograron frenar mediante las protestas-- "las alicuotas de los derechos de exportación serían inferiores a los vigentes". Y les reclamó "solidaridad" por haber "acumulado una rentabilidad importante" y representar "el único sector de la economía que puede no comercializar sus productos", en referencia a las millones de toneladas de soja que acopian, sin exportar.
Buena parte de los 71 minutos de discurso, que pronunció de memoria --tal como en su primer mensaje, el año pasado--, fueron consumidos por el diágnostico de la crisis económica internacional, que la Presidenta calificó de "inédita". Fue en ese marco que Cristina pronosticó que "el año 2009 se convertirá en el más difícil de los últimos cien", reconociendo que repetía una frase pronunciada por el ex presidente Néstor Kirchner, en un reciente acto partidario.
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