miércoles, marzo 25, 2009

La llamativa quietud del Sol





En Babilonia ya había observadores que contaban, a simple vista, las manchas en el Sol, que ahora se sabe que son fieles indicadores de la actividad magnética en su superficie. En Europa, Galileo las dibujó cuando empezó a utilizar el telescopio. Hoy, nuestra estrella se puede ver en directo en Internet, a través de los satélites, y cualquiera puede contar las manchas.

En Babilonia ya había observadores que contaban, a simple vista, las manchas en el Sol, que ahora se sabe que son fieles indicadores de la actividad magnética en su superficie. En Europa, Galileo las dibujó cuando empezó a utilizar el telescopio. Hoy, nuestra estrella se puede ver en directo en Internet, a través de los satélites, y cualquiera puede contar las manchas. Lo curioso es que hace ya muchos meses que no hay ninguna la mayor parte de los días. El Sol está muy tranquilo, demasiado tranquilo, y su prolongada quietud sorprende, que no alarma, a los científicos.

A principios de 2008 se dio por terminado un ciclo solar (de una duración aproximada de 11 años) y empezó el siguiente, pero no lo parece. De hecho, 2008 fue el año más tranquilo del Sol desde 1913, hace casi 100 años, confirma Luis Sánchez Duarte, astrofísico que trabaja con Soho, un satélite de la ESA y la NASA, que observa constantemente la estrella desde 1995 (http://soho.esac.esa.int/).

La fuente oficial del número de manchas solares es el Real Observatorio de Bélgica, y para 2008 la media diaria fue de sólo 2,8. En 1913 fue de 1,4, pero hace poco, en 1987, fue de 157. "No esperábamos que hubiera tan pocas manchas al iniciarse el nuevo ciclo porque en los últimos ciclos la actividad había sido alta", comenta Sánchez Duarte.

Los estudiosos del Sol, la única estrella que se puede observar en detalle desde la Tierra, saben ya muchas cosas, pero no comprenden todavía el mecanismo que hay detrás de los ciclos solares de 11 años (de hecho, en el interior del Sol se detecta un ciclo distinto, de 16 meses). Por eso no pueden predecir lo que durará la situación actual. La comparación con otras estrellas tampoco es posible, porque en ninguna se ha podido detectar hasta ahora actividad cíclica.

El Sol es un dipolo magnético, muy débil, y cada 11 años el polo Sur se cambia por el polo Norte. Este cambio de polaridad se detecta en las manchas y significa el inicio de un nuevo ciclo. A principios de 2008 se vio la primera mancha del nuevo ciclo, pero luego no aumentó la actividad como se esperaba.

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