El Gobierno ya tomó la decisión: quiere que el ex presidente Néstor Kirchner y el gobernador Daniel Scioli sean los dos primeros candidatos a diputado nacional del oficialismo por la provincia de Buenos Aires, y que todos los intendentes kirchneristas encabecen las listas de candidatos a concejal en sus respectivos distritos. Así lo afirmaron a LA NACION altas fuentes de la Casa Rosada y de la gobernación bonaerense.
La polémica jugada, con la que Kirchner sacudió el escenario político, se completaría con otra maniobra no menos controvertida: que todos los gobernadores oficialistas se presenten como candidatos en las listas que se pondrán a consideración de la ciudadanía el 28 de junio, en las elecciones legislativas.
Incluso el jefe de Gabinete, Sergio Massa, admitió que podría ser candidato a concejal en Tigre, municipio bonaerense del que es intendente con uso de licencia.
La decisión de usar las figuras de Scioli y de los intendentes, en particular los del conurbano bonaerense, en los comicios legislativos de mitad de mandato de Cristina Kirchner, pone al descubierto la debilidad del Gobierno para asegurar la victoria en el principal distrito electoral del país apelando sólo a la figura de Kirchner.
El Gobierno considera que en junio se pondrá en juego el modelo kirchnerista y se plebiscitará una forma de administrar el país, por lo cual se debe jugar a todo o nada con los mejores representantes del oficialismo como candidatos.
"Más allá de lo formal, de lo institucional, ésta es una elección distinta, en la que está en juego la gobernabilidad, y para eso necesitamos que los actores principales sean ratificados por la gente", dijo Scioli a LA NACION.
La estrategia para que intendentes -y, eventualmente, los gobernadores en el resto del país- encabecen listas de candidatos a concejales o legisladores provinciales no implica que si ganan en las elecciones ellos vayan a abandonar sus cargos, explicaron fuentes de la administración kirchnerista. Serán candidatos y pasadas las elecciones retornarán a sus funciones como gobernadores o intendentes.
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La polémica jugada, con la que Kirchner sacudió el escenario político, se completaría con otra maniobra no menos controvertida: que todos los gobernadores oficialistas se presenten como candidatos en las listas que se pondrán a consideración de la ciudadanía el 28 de junio, en las elecciones legislativas.
Incluso el jefe de Gabinete, Sergio Massa, admitió que podría ser candidato a concejal en Tigre, municipio bonaerense del que es intendente con uso de licencia.
La decisión de usar las figuras de Scioli y de los intendentes, en particular los del conurbano bonaerense, en los comicios legislativos de mitad de mandato de Cristina Kirchner, pone al descubierto la debilidad del Gobierno para asegurar la victoria en el principal distrito electoral del país apelando sólo a la figura de Kirchner.
El Gobierno considera que en junio se pondrá en juego el modelo kirchnerista y se plebiscitará una forma de administrar el país, por lo cual se debe jugar a todo o nada con los mejores representantes del oficialismo como candidatos.
"Más allá de lo formal, de lo institucional, ésta es una elección distinta, en la que está en juego la gobernabilidad, y para eso necesitamos que los actores principales sean ratificados por la gente", dijo Scioli a LA NACION.
La estrategia para que intendentes -y, eventualmente, los gobernadores en el resto del país- encabecen listas de candidatos a concejales o legisladores provinciales no implica que si ganan en las elecciones ellos vayan a abandonar sus cargos, explicaron fuentes de la administración kirchnerista. Serán candidatos y pasadas las elecciones retornarán a sus funciones como gobernadores o intendentes.
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