Una multitud calculada en más de 100.000 personas se reunió ayer en las calles porteñas para despedir emocionadamente a Raúl Alfonsín. El traslado de sus restos desde el Congreso hasta el cementerio de la Recoleta, donde fueron inhumados en el Panteón de los Caídos de la Revolución de 1890, se transformó en una lenta y conmovedora procesión por la avenida Callao, que tardó una hora y cuarto en llegar a destino.
La extraordinaria muestra de afecto hacia el dirigente que encarnó el regreso de la democracia a la Argentina movilizó a simples ciudadanos de todos los sectores sociales y a dirigentes políticos de diferentes partidos y de otros países, como los ex presidentes José Sarney y Julio María Sanguinetti, de Brasil y Uruguay, respectivamente.
En Londres, además, el presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, extendió a Cristina Kirchner sus condolencias "y las de todo el pueblo" norteamericano por la muerte de Alfonsín. En una carta calificó al líder radical de "figura seminal en la consolidación de la democracia en América latina" y dijo que sentía aprecio por la "integridad personal" del ex jefe del Estado.
En las calles porteñas hubo llantos, aplausos y cánticos que demostraron el cariño por Alfonsín. "¡Se siente, se siente, Raúl está presente!" o el clásico "¡Alfonsín, Alfonsín!" se combinaron con manifestaciones partidarias. Hubo muchos afiliados al radicalismo, con boinas blancas y banderas rojiblancas, aunque predominaron las banderas argentinas y fueron mayoría los ciudadanos independientes.
La representación de la democracia que encarnaba Alfonsín unió a todos. A las 10, después
de 24 horas de velatorio ?por donde pasaron alrededor de 70.000 personas?, se cerraron las puertas del Salón Azul del Senado y se realizó allí un homenaje al ex presidente. Hablaron el ex vicepresidente Víctor Martínez, los senadores Ernesto Sanz y Gerardo Morales, el ex presidente brasileño José Sarney, el diputado Eduardo Fellner y el vicepresidente Julio Cobos, a cargo del Poder Ejecutivo.
El Gobierno estuvo representado por el jefe de Gabinete, Sergio Massa, y por los ministros Carlos Tomada (Trabajo) y Florencio Randazzo (Interior). La Presidenta, desde Londres, envió una corona de flores. Llegará hoy y se reunirá con la familia de Alfonsín, aseguraron en la delegación que participó en la cumbre del G-20
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