La reunión del secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, y los representantes de 30 compañías farmacéuticas, sobre la posibilidad de producir una vacuna contra la gripe A, centra hoy la atención en el segundo día de la Asamblea Mundial de la Salud. Ban, que preside en Ginebra esa reunión, está acompañado por la responsable de la Organización Mundial de la Salud (OMS), su directora Margaret Chan.
El virus de la gripe porcina ya se extendió a 40 países, en los que se han confirmado 8829 casos, incluidas 74 muertes, según los últimos datos difundidos por el organismo sanitario. Los primeros discursos pronunciados hoy por las delegaciones gubernamentales en el marco de la cumbre coincidieron en la necesidad de garantizar a los países el acceso a los medicamentos y vacunas, en caso de una eventual pandemia.
La delegación de la Argentina, por su parte, defendió "las acciones para asegurar el acceso a los medicamentos" para el tratamiento de la gripe A (H1N1). Igualmente, dijo que "el acceso a vacunas, sobre todo para las poblaciones más vulnerables, debe ser una prioridad".
Indonesia, uno de los países que lidera los esfuerzos para asegurar ese acceso, sostuvo que los países desarrollados tienen contratos con la industria farmacéutica por un total de 200 millones de vacunas, lo que supone la mitad de la producción mundial anual. "Qué queda entonces para los países en desarrollo", se preguntó el representante indonesio.
Durante la crisis sanitaria provocada por la gripe aviar, Indonesia se negó a compartir las cepas con la industria farmacéutica porque se percató de que el precio que hubiese tenido que pagar por hacerse con la vacuna sería demasiado elevado.
Indonesia pidió asimismo a la OMS que "apoye a los países en desarrollo que quieren fabricar sus propias reservas de antivirales". Además, el país asiático apoyó la posición expresada por varios países industrializados y en desarrollo, en el sentido de que el criterio de transmisión no debe ser el único para elevar a 6 el nivel de alerta mundial, es decir para declarar una pandemia.
Sin embargo, pese a la urgencia para combatir la expansión del virus de la gripe porcina, en nombre de los 46 países del grupo africano, Camerún pidió no olvidar otras urgencias sanitarias graves para ese continente, como el sida.
Fuente: Diario La Nación de Buenos Aires
El virus de la gripe porcina ya se extendió a 40 países, en los que se han confirmado 8829 casos, incluidas 74 muertes, según los últimos datos difundidos por el organismo sanitario. Los primeros discursos pronunciados hoy por las delegaciones gubernamentales en el marco de la cumbre coincidieron en la necesidad de garantizar a los países el acceso a los medicamentos y vacunas, en caso de una eventual pandemia.
La delegación de la Argentina, por su parte, defendió "las acciones para asegurar el acceso a los medicamentos" para el tratamiento de la gripe A (H1N1). Igualmente, dijo que "el acceso a vacunas, sobre todo para las poblaciones más vulnerables, debe ser una prioridad".
Indonesia, uno de los países que lidera los esfuerzos para asegurar ese acceso, sostuvo que los países desarrollados tienen contratos con la industria farmacéutica por un total de 200 millones de vacunas, lo que supone la mitad de la producción mundial anual. "Qué queda entonces para los países en desarrollo", se preguntó el representante indonesio.
Durante la crisis sanitaria provocada por la gripe aviar, Indonesia se negó a compartir las cepas con la industria farmacéutica porque se percató de que el precio que hubiese tenido que pagar por hacerse con la vacuna sería demasiado elevado.
Indonesia pidió asimismo a la OMS que "apoye a los países en desarrollo que quieren fabricar sus propias reservas de antivirales". Además, el país asiático apoyó la posición expresada por varios países industrializados y en desarrollo, en el sentido de que el criterio de transmisión no debe ser el único para elevar a 6 el nivel de alerta mundial, es decir para declarar una pandemia.
Sin embargo, pese a la urgencia para combatir la expansión del virus de la gripe porcina, en nombre de los 46 países del grupo africano, Camerún pidió no olvidar otras urgencias sanitarias graves para ese continente, como el sida.
Fuente: Diario La Nación de Buenos Aires
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