Rusia y la Unión Europea no consiguieron ponerse de acuerdo acerca de las medidas necesarias para evitar otro corte en el suministro de gas a Europa. Pese a ello, líderes del bloque señalaron que el encuentro con el presidente ruso Dimitri Medvedev mejoró la relación entre ambas partes, severamente dañada por el conflicto armado entre Rusia y Georgia el año pasado y un corte en el invierno del gas que Moscú provee a través de territorio ucraniano.
La tensión por el suministro de energía y por la cercanía de la UE con los vecinos de Rusia era palpable. Medvedev advirtió que esa cercanía no debe convertirse en una coalición en contra de Rusia. Las conversaciones "aumentaron nuestra confianza mutua, lo que es muy necesario y muy importante", dijo el presidente checo Vaclav Klaus, cuyo país está a cargo de la presidencia rotativa de la UE, en una conferencia de prensa tras la cumbre en Khabarovsk, a unos 6000 kilómetros al este de Moscú.
Aunque el tono de la cumbre fue más cálido que cuando participaba de estos encuentros el ex presidente ruso Vladimir Putin, Medvedev insistió en que la culpa por el corte reciente de dos semanas, que dejó a millones de europeos sin calefacción en pleno invierno, era culpa exclusiva de Ucrania. También advirtió que las interrupciones podrían seguir si Ucrania no paga.
Rusia no garantizará el servicio. "¿Para qué? No hay problemas de nuestro lado, aquí todo está en orden", dijo Medvedev, quien sugirió que la UE puede asegurarse un suministro continuo si ayuda a Ucrania a pagar. Además, el presidente ruso reiteró su oposición a un pacto de seguridad energética que impulsa la UE.
El presidente de la Comisión de la UE, José Manuel Barroso, dijo que la posición rusa será tenida en cuenta pero que la UE sólo puede mejorar la carta energética, no reemplazarla.
En tanto, Barroso agregó que Rusia debe asegurar el suministro. "No se pueden permitir interrupciones otra vez", lanzó. Además, añadió que Rusia y la UE lograron avances hacia la firma de un acuerdo que consolide sus vínculos, negociaciones que se habían suspendido tras el conflicto armado entre Rusia y Georgia en agosto del año pasado.
Fuente: Diario La Nación de Buenos Aires
La tensión por el suministro de energía y por la cercanía de la UE con los vecinos de Rusia era palpable. Medvedev advirtió que esa cercanía no debe convertirse en una coalición en contra de Rusia. Las conversaciones "aumentaron nuestra confianza mutua, lo que es muy necesario y muy importante", dijo el presidente checo Vaclav Klaus, cuyo país está a cargo de la presidencia rotativa de la UE, en una conferencia de prensa tras la cumbre en Khabarovsk, a unos 6000 kilómetros al este de Moscú.
Aunque el tono de la cumbre fue más cálido que cuando participaba de estos encuentros el ex presidente ruso Vladimir Putin, Medvedev insistió en que la culpa por el corte reciente de dos semanas, que dejó a millones de europeos sin calefacción en pleno invierno, era culpa exclusiva de Ucrania. También advirtió que las interrupciones podrían seguir si Ucrania no paga.
Rusia no garantizará el servicio. "¿Para qué? No hay problemas de nuestro lado, aquí todo está en orden", dijo Medvedev, quien sugirió que la UE puede asegurarse un suministro continuo si ayuda a Ucrania a pagar. Además, el presidente ruso reiteró su oposición a un pacto de seguridad energética que impulsa la UE.
El presidente de la Comisión de la UE, José Manuel Barroso, dijo que la posición rusa será tenida en cuenta pero que la UE sólo puede mejorar la carta energética, no reemplazarla.
En tanto, Barroso agregó que Rusia debe asegurar el suministro. "No se pueden permitir interrupciones otra vez", lanzó. Además, añadió que Rusia y la UE lograron avances hacia la firma de un acuerdo que consolide sus vínculos, negociaciones que se habían suspendido tras el conflicto armado entre Rusia y Georgia en agosto del año pasado.
Fuente: Diario La Nación de Buenos Aires
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