Llega a los seis meses de un difícil gobierno y no hay duda de que el presidente Barack Obama cuenta con un respaldo mayoritario. Pero el dato es que, por primera vez, su popularidad cayó por debajo del 60%, castigada por los principales desafíos internos: la economía y la reforma del sistema de salud.
Analistas locales interpretan la caída como un síntoma de desconfianza ante la falta de resultados que, hasta ahora, cosecha su costoso plan de estímulo -que demandó 787.000 millones de dólares- y las dificultades con las que, a esta hora, tropieza una de sus promesas estrella: la reforma del sistema de salud.
Una encuesta publicada por The Washington Post y la cadena de televisión ABC News señaló que la popularidad del presidente de Estados Unidos había caído al 59%, seis puntos menos que hace un mes. Y, por primera vez, por debajo de la línea del 60%.
En plena batalla parlamentaria en estas horas, la gestión de la Casa Blanca para su prometida reforma del sistema de salud se lleva lo peor del descenso: apenas un 49% de aprobación. El dato implica una caída de ocho puntos respecto del 57% con que esa materia contaba en abril último.
Apenas por arriba se encuentra el puntaje de aprobación para el principal desafío de Obama: el terreno económico. En esa categoría, la conformidad fue del 52%, contra un 46% que rechaza su gestión. El nuevo guarismo implica una caída de cuatro puntos respecto del mes pasado, cuando el 56% de los norteamericanos daban el visto bueno a su gestión económica. Hasta ahora, las cifras de la economía no han acompañado el propósito de Obama. En contra de su diagnóstico inicial, el desempleo sigue en alza -acaricia ya el 10%-, y lo que más sube es el déficit, con un récord absoluto que lo sitúa por arriba del billón de dólares (doce ceros: un millón de millones o, dicho de otro modo, el equivalente a tres veces la economía argentina). "Es el presidente más despilfarrador de la historia", arremeten los republicanos.
Siga leyendo el artículo del diario La Nación de Buenos Aires
Analistas locales interpretan la caída como un síntoma de desconfianza ante la falta de resultados que, hasta ahora, cosecha su costoso plan de estímulo -que demandó 787.000 millones de dólares- y las dificultades con las que, a esta hora, tropieza una de sus promesas estrella: la reforma del sistema de salud.
Una encuesta publicada por The Washington Post y la cadena de televisión ABC News señaló que la popularidad del presidente de Estados Unidos había caído al 59%, seis puntos menos que hace un mes. Y, por primera vez, por debajo de la línea del 60%.
En plena batalla parlamentaria en estas horas, la gestión de la Casa Blanca para su prometida reforma del sistema de salud se lleva lo peor del descenso: apenas un 49% de aprobación. El dato implica una caída de ocho puntos respecto del 57% con que esa materia contaba en abril último.
Apenas por arriba se encuentra el puntaje de aprobación para el principal desafío de Obama: el terreno económico. En esa categoría, la conformidad fue del 52%, contra un 46% que rechaza su gestión. El nuevo guarismo implica una caída de cuatro puntos respecto del mes pasado, cuando el 56% de los norteamericanos daban el visto bueno a su gestión económica. Hasta ahora, las cifras de la economía no han acompañado el propósito de Obama. En contra de su diagnóstico inicial, el desempleo sigue en alza -acaricia ya el 10%-, y lo que más sube es el déficit, con un récord absoluto que lo sitúa por arriba del billón de dólares (doce ceros: un millón de millones o, dicho de otro modo, el equivalente a tres veces la economía argentina). "Es el presidente más despilfarrador de la historia", arremeten los republicanos.
Siga leyendo el artículo del diario La Nación de Buenos Aires
No hay comentarios.:
Publicar un comentario