Superado por una situación que no previó en el momento de tomar las decisiones, enfrascado en polémicas entre funcionarios del área energética y ante un aluvión de críticas de usuarios, asociaciones de consumidores y la oposición, el Gobierno tomó ayer una drástica medida: suspendió por dos meses los explosivos aumentos en las tarifas de electricidad y gas con los que pretendía ahorrarse este año 800 millones de pesos en subsidios.
La medida fue anunciada sorpresivamente en el Congreso por el ministro de Planificación, Julio De Vido, el funcionario que, hasta pocas horas antes, se había convertido en el principal defensor de esos incrementos. En noviembre del año pasado, delante de La Nacion, De Vido había limitado los alcances del tarifazo a "esos que usan el gas para calefaccionar sus piletas".
Así, los 530.000 clientes residenciales de electricidad del área metropolitana y el millón de usuarios de gas de todo el país que, desde febrero, habían empezado a recibir facturas con alzas en algunos casos de hasta diez veces ?en una combinación de tarifa, cargos específicos y penalidades por no ahorrar- quedarán exentos y volverán a los niveles que pagaban el año pasado. La diferencia les será devuelta mediante sucesivas bonificaciones de las distribuidoras.
La decisión, que fue tomada por el matrimonio Kirchner y le costará al fisco $ 493 millones, modifica el núcleo del incremento, ideado para reemplazar, ante la falta de fondos, el subsidio con que se les pagan las importaciones de gas natural a Bolivia, el gas natural licuado (el que viene en barco) a Repsol YPF, el fueloil y el gasoil a Venezuela, y la ganancia a las petroleras que producen en la Argentina.
Siga leyendo el artículo del diario La Nación de Buenos Aires
La medida fue anunciada sorpresivamente en el Congreso por el ministro de Planificación, Julio De Vido, el funcionario que, hasta pocas horas antes, se había convertido en el principal defensor de esos incrementos. En noviembre del año pasado, delante de La Nacion, De Vido había limitado los alcances del tarifazo a "esos que usan el gas para calefaccionar sus piletas".
Así, los 530.000 clientes residenciales de electricidad del área metropolitana y el millón de usuarios de gas de todo el país que, desde febrero, habían empezado a recibir facturas con alzas en algunos casos de hasta diez veces ?en una combinación de tarifa, cargos específicos y penalidades por no ahorrar- quedarán exentos y volverán a los niveles que pagaban el año pasado. La diferencia les será devuelta mediante sucesivas bonificaciones de las distribuidoras.
La decisión, que fue tomada por el matrimonio Kirchner y le costará al fisco $ 493 millones, modifica el núcleo del incremento, ideado para reemplazar, ante la falta de fondos, el subsidio con que se les pagan las importaciones de gas natural a Bolivia, el gas natural licuado (el que viene en barco) a Repsol YPF, el fueloil y el gasoil a Venezuela, y la ganancia a las petroleras que producen en la Argentina.
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