Dos días después del terremoto de 7,6 en la escala de Richter que devastó esta ciudad en la isla indonesia de Sumatra y dejó 1100 muertos según un balance oficial provisorio, los socorristas continuaban ayer la búsqueda de sobrevivientes, mientras el gobierno estimaba que serían miles las víctimas mortales causadas por el sismo.
Por la mañana, justo cuando se reabría el aeropuerto y los equipos de rescatistas se ponían a trabajar, la ciudad de Padang, una urbe costera de 900.000 habitantes y capital de Sumatra Occidental, fue afectada por otro sismo, de 6,8 de intensidad, que provocó más daños en los edificios. Se calcula que miles de personas se encuentran aún bajo los escombros.
El epicentro de este segundo sismo fue unos 150 kilómetros al sur de Padang, donde el terremoto de anteayer derribó unos 500 edificios y provocó incendios. El sismo golpeó a la isla de Sumatra pocas horas después de que un tsunami arrasara el archipiélago de Samoa y causara la muerte de 150 personas, en una serie de catástrofes naturales que causaron devastación en el sudeste de Asia y a las que se agrega el tifón Ketsana, que dejó por lo menos 380 víctimas fatales en Filipinas, Vietnam y Camboya.
"Las últimas cifras indican que el balance de muertos [por el sismo en Indonesia] subió a 1100", declaró el secretario general adjunto de la ONU para asuntos humanitarios, John Holmes, en Nueva York. El balance anterior era de 770 muertos.
Pero en Indonesia pocos dudaban de que el número de muertos aumentará a medida que continúe la búsqueda bajo los escombros de las casas y los edificios derrumbados. "Pensamos que miles [de personas] murieron", dijo el jefe de la célula de crisis del Ministerio de Salud, Rustam Pakaya. "Este es un desastre a gran escala", afirmó, por su parte, el ministro de Salud indonesio, Siti Fadilah Supari.
Casi todos los edificios de más de tres pisos en Padang sufrieron daños por el primer terremoto, cuyo epicentro se ubicó a 48 kilómetros de distancia de la ciudad. Los tres principales hospitales se derrumbaron.
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