domingo, noviembre 08, 2009

El triunfo de la libertad



El muro de Berlín. El canciller alemán Helmut Kohl estrecha la mano de un ciudadano berlinés encaramado en lo alto del Muro de Berlín, cerca de la Puerta de Brandenburgo, el 22 de diciembre de 1989. Foto: EFE. EFE - 08/11/2009


Helmut Kohl. Retrato del ex canciller Helmut Kohl. AFP - 08/11/2009

REPORTAJE: EL DÍA QUE CAMBIÓ EL MUNDO
El triunfo de la libertad
El ex canciller, figura clave en la unificación de Alemania, cuenta en este texto los pasos dados para lograr la unidad de su país, un camino que siempre vio en paralelo al de la unidad europea
HELMUT KOHL 08/11/2009

El 9 de noviembre de 1989 cayó el muro de Berlín. Habían pasado más de cuatro decenios desde del comienzo de la guerra fría y 28 años desde el momento de su construcción.

Durante décadas, el muro de Berlín no sólo desgarró familias, una ciudad y un país en dos partes, lo que ya es bastante malo. También era un símbolo de la guerra fría. Representaba la división de Berlín, de nuestro país, de Europa y del mundo en una parte libre y en una no libre.

Finalmente, el muro cayó de forma completamente pacífica, sin un tiro, sin derramamiento de sangre. Fue como un milagro. La protesta pacífica de las personas de la República Democrática Alemana (RDA) había ido cobrando impulso de forma lenta, pero continuada, a lo largo de los meses; y finalmente, era ya incontenible. El obstinado régimen del Partido Socialista Unificado (SED) de la RDA, que hasta el último momento había rechazado reformas fundamentales, fracasó por la voluntad de libertad de las personas, tal como Konrad Adenauer, el primer canciller de la República Federal de Alemania (RFA), había pronosticado hacía 40 años.

Después de la caída del muro, en noviembre de 1989, no iba a transcurrir ni siquiera un año hasta que alcanzáramos la reunificación en paz y libertad, con la aprobación de nuestros socios y aliados en el mundo. El 3 de octubre de 1990 pudimos celebrar el día de la unidad alemana. Fue un triunfo de la libertad.

Por tanto, el 20º aniversario de la caída del muro es para nosotros, los alemanes, sobre todo un día de gran alegría y gratitud. Al mismo tiempo, también representa para nosotros una fecha importante para tomar conciencia del contexto histórico en el que cayó el muro y en el que posteriormente se produjo la unidad alemana. Porque ni la caída del muro ni la reunificación son acontecimientos inevitables de la historia, que se dieron de ese modo, sin más.

Antes bien, la caída del muro y la reunificación son el resultado de un permanente y difícil acto de equilibrio político que se remontaba a 1945-1949 y que siempre fue extremadamente discutido. Era el constante equilibrio entre el distanciamiento y el acercamiento. Por un lado, se trataba de mantener abierta la cuestión alemana. Por otro, se trataba de construir, en la medida de lo posible y sin renunciar a las propias posiciones fundamentales, unas "relaciones normales" entre la República Federal de Alemania y la RDA, de facilitar la vida a las personas de la parte oriental de nuestro país y de contrarrestar el extrañamiento entre los alemanes del Este y del Oeste.

Siga leyendo la visión del Canciller de la Reunificación Alemana, en el diario El País de España

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