Que los diputados hondureños hace tiempo que perdieron el rubor, eso es tan cierto como que el 28 de junio nadie espero a que Zelaya se vistiera para sacarlo del país en un avión. Apenas un puñado de diputados había decidido horas antes que esa era la salida más oportuna ante el pulso constante de ‘Mel’ a las instituciones. Sin embargo, este miércoles tocaba ponerse formalista, convocar a los 128 diputados, escuchar a un buen número de diputados, leer cuatro largos informes y votar para “ratificar el decreto” que decidió poner al mandatario en el exterior.
Si las elecciones hundieron a Zelaya, el Congreso lo remató. Antes de empezar a votar el presidente de la cámara, leyó las conclusiones arrojadas por cuatro instituciones del país (fiscalía general del Estado, Corte Suprema de justicia, procuraduría general y oficina de derechos humanos). Opiniones todas ellas demoledoras. Fue un rechazo en bloque, casi un linchamiento político que concluyó con el rechazo de todas ellas al regreso de Zelaya. Si esto fue un golpe de Estado, fue un golpe por unanimidad.
La Procuraduría señaló que devolver a Zelaya al poder es "inviable", para la fiscalía general que es "insostenible jurídicamente", para la Corte Suprema “imposible por los 18 cargos que tiene pendientes” (entre ellos traición a la patria, desobediencia y abuso de autoridad) y para la fiscalía de Derechos Humanos (defensor del pueblo) “poco recomendable” su regreso
Pero aún sabiendo que vencerían el 'no' por goleada, la estética democrática saltó definitivamente por los aires sólo con ver la agenda diseñada para el día de votación. Primero oración e invocaciones a Dios; “suplicamos tu conocimiento y sabiduría para tomar la mejor decisión”, dijeron. Después un vídeo.
Un vídeo de 20 minutos emitido en el pleno que repasaba de forma crítica y casi burlona los casi cuatro años de gobierno de Zelaya y en el que hasta apareció Hugo Chávez bailando. Algo inaudito. El último paso era el voto argumentado de los 128 diputados un proceso que duró muchas horas y que ratificó la decisión de derrocar a Zelaya por abrumadora mayoría.
Los 55 diputados del Partido Nacional, en el que milita el presidente electo Porfirio Lobo, se pronunciaron en bloque contra Zelaya. “Todos los diputados, sin excepción, votamos de la misma forma, en base a la Constitución y en base a las leyes” señaló su portavoz. Los legisladores del Partido Liberal (el de Manuel Zelaya y Roberto Micheletti) también votaron mayoritariamente contra el huésped forzoso de la embajada de Brasil.
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Si las elecciones hundieron a Zelaya, el Congreso lo remató. Antes de empezar a votar el presidente de la cámara, leyó las conclusiones arrojadas por cuatro instituciones del país (fiscalía general del Estado, Corte Suprema de justicia, procuraduría general y oficina de derechos humanos). Opiniones todas ellas demoledoras. Fue un rechazo en bloque, casi un linchamiento político que concluyó con el rechazo de todas ellas al regreso de Zelaya. Si esto fue un golpe de Estado, fue un golpe por unanimidad.
La Procuraduría señaló que devolver a Zelaya al poder es "inviable", para la fiscalía general que es "insostenible jurídicamente", para la Corte Suprema “imposible por los 18 cargos que tiene pendientes” (entre ellos traición a la patria, desobediencia y abuso de autoridad) y para la fiscalía de Derechos Humanos (defensor del pueblo) “poco recomendable” su regreso
Pero aún sabiendo que vencerían el 'no' por goleada, la estética democrática saltó definitivamente por los aires sólo con ver la agenda diseñada para el día de votación. Primero oración e invocaciones a Dios; “suplicamos tu conocimiento y sabiduría para tomar la mejor decisión”, dijeron. Después un vídeo.
Un vídeo de 20 minutos emitido en el pleno que repasaba de forma crítica y casi burlona los casi cuatro años de gobierno de Zelaya y en el que hasta apareció Hugo Chávez bailando. Algo inaudito. El último paso era el voto argumentado de los 128 diputados un proceso que duró muchas horas y que ratificó la decisión de derrocar a Zelaya por abrumadora mayoría.
Los 55 diputados del Partido Nacional, en el que milita el presidente electo Porfirio Lobo, se pronunciaron en bloque contra Zelaya. “Todos los diputados, sin excepción, votamos de la misma forma, en base a la Constitución y en base a las leyes” señaló su portavoz. Los legisladores del Partido Liberal (el de Manuel Zelaya y Roberto Micheletti) también votaron mayoritariamente contra el huésped forzoso de la embajada de Brasil.
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