martes, abril 27, 2010

El castigo a las bolsas por la crisis griega se ceba con España

La crisis de Grecia está marcando de nuevo el paso en los mercados internacionales durante la jornada de hoy. Los problemas que está encontrando para poner en marcha los créditos de hasta 45.000 millones previstos dentro del plan de rescate, especialmente por Alemania, ha impedido que la deuda de la República Helénica abandonase los niveles de máximos por los que transita desde la última semana sobre el 9,5%. A su vez, los bonos de Portugal y España se mantienen en la diana de los inversores por el temor a un efecto contagio y sus bonos prorrogaban las subidas de ayer. No obstante, las peor paradas de la sesión eran las bolsas europeas, que cotizaban en rojo con unos protagonistas destacados: el español Ibex 35, el PSI portugués y el parqué de Atenas.

Frente a las caídas de entre el 1% y el 1,5% que se registraban a media sesión en Francfort, París y Londres por la incapacidad de la eurozona de superar las disensiones entre los estados miembros, el selectivo español cedía a las 12.35 un 2,7% con el sector financiero al frente de las pérdidas. Tras el aviso de ayer, cuando cerró con una leve subida del 0,19% frente a las sólidas ganancias que registraron el resto de las plazas importantes de Europa, la Bolsa española bajaba a 10.648 puntos. Popular, Ferrovial, Bankinter y BBVA lideraban los recortes, con caídas superiores al 4%, seguidos muy de cerca por el Santander, que se dejaba un 3,9%. Telefónica, el valor más grande del Ibex 35, cedía un 1,76%. La Bolsa de Portugal bajaba un 1,5% y la de Atenas un 2,73%. En cuanto al euro, seguía retrocediendo con respecto al dólar y a la misma hora se cambiaba a 1,3306 unidades del billete verde.

En los mercados de deuda, la rentabilidad del bono griego a diez años se mantenía sobre el 9,4% pasadas las 12.00 tras llegar a tocar el 9,5% a primera hora, con lo que moderaba levemente su tendencia al alza de los últimos días aunque sigue en niveles de máximos. Por su parte, el diferencial frente al bund alemán, de referencia, se reducía levemente a 644 puntos básicos, muy cerca del récord del 651 de ayer. Quien sí ha superado sus máximos ha sido Portugal, cuya prima de riesgo marcaba por primera vez los 243 puntos con su deuda a diez años en el 5,42%. El diferencial de la española también subía hasta 105 puntos básicos, 20 menos que el récord histórico que alcanzó hace un año, con una rentabilidad a diez años del 4,07%.

Desde Bruselas, el vicepresidente del Banco Central Europeo, el griego Lucas Papademos, ha advertido de que los países de la zona euro que comparten problemas fiscales y de competitividad con Grecia "deberían extraer las lecciones de la crisis" que vive el país. "Hay problemas en otros países, aunque de menor importancia. Los acontecimientos recientes han sido una llamada de atención sobre la necesidad de hacer cambios fiscales para restaurar la competitividad", ha dicho tras recordar que los déficit de Irlanda, Grecia y España se han ido por encima de los dos dígitos a cierre de 2009.

Medidas más concretas antes del acuerdo

En línea con los argumentos del Ejecutivo alemán de Angela Merkel, Papademos considera que Grecia debe concretar nuevas medidas de ajuste y reformas estructurales para corregir sus desequilibrios fiscales y recuperar la competitividad antes de que se active el plan de rescate. Sobre los tiempos, el antiguo gobernador del banco central griego espera que las nuevas medidas que negocian las autoridades griegas con la Comisión, el BCE y el FMI estén listas "a principios de mayo". Atenas debe disponer de 8.500 millones de euros antes del próximo 19 de mayo para afrontar el vencimiento de parte de su deuda y evitar su reestructuración o una eventual situación de impago.

En el interior del país, donde el transporte público está llamado a la huelga en una semana plagada de protestas sociales contra el plan de austeridad del Gobierno, el presidente Yorgos Papandreu ha afirmado en una intervención ante los diputados socialistas que "todo debe cambiar" para que Grecia vuelva a crecer. No obstante, el dirigente, que el viernes anunció que los griegos afrontan "una nueva odisea" para superar la grave situación por la que atraviesa el país, ha reclamado "tiempo" y ha defendido que se necesita "serenidad" ante la persistente presión de los mercados y las reticencias de Berlín a librar los créditos.

Solo si lo logran y consiguen llegar a buen puerto, Papandreu ha explicado que se podrá "liberar a Grecia de la supervisión". El jefe del Ejecutivo ha aludido así al estricto control que el FMI y la UE van a someter al país con el fin de verificar que se cumplen las condiciones exigidas para que Atenas pueda acceder a sus préstamos. "(Ellos) no se irán ni con piedras, ni con ningún tipo de violencia, sino cuando nosotros pongamos orden en nuestro país y hayamos terminado con la corrupción y con la evasión de impuestos", ha sentenciado Papandreu.

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