La delegación de Colombia que asiste hoy a la cita de la Unasur en Quito va con la consigna de profundizar sus denuncias de la supuesta presencia guerrillera en Venezuela.
Encabezada por el canciller Jaime Bermúdez, la misión colombiana buscará a través de sus evidencias presionar a la región para que se exija al gobierno de Hugo Chávez una política de cero tolerancia a los grupos armados.A diferencia de reuniones anteriores de la Unasur, en las que Colombia estuvo a la defensiva justificando el acuerdo para que EE.UU. usara siete bases militares, su Canciller irá con una estrategia ofensiva.
Según fuentes diplomáticas colombianas, la idea es reforzar las pruebas exhibidas la semana pasada en la OEA, que supuestamente demuestran que jefes guerrilleros de las FARC y el ELN se esconden en suelo venezolano.
Así, el gobierno de Álvaro Uribe pretende refrendar su posición de acusar a Caracas de permitir el refugio de grupos subversivos, una denuncia que provocó la ruptura de relaciones bilaterales. Si la gestión resulta exitosa, Colombia solicitará a la Unasur la búsqueda de alternativas políticas para impedir el refugio de grupos irregulares en países vecinos.
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