La policía norilandesa recibe disparos en la tercera noche de disturbios

Los incidentes, causados por disidentes republicanos, han causado 82 heridos desde el domingo. La policía de Belfast recibió anoche seis disparos y fue objeto del lanzamiento de artefactos incendiarios, en la tercera jornada consecutiva de disturbios. Los incidentes violentos, protagonizados por jóvenes nacionalistas, se concentraron en Ardoyne, un suburbio al norte de la capital norirlandesa donde la noche anterior los agentes sufrieron ataques constantes. Un centenar de policías antidisturbios respondieron con cañones de agua.

Los alborotadores colocaron barricadas y dañaron un autobús a pedradas. Aunque anoche no se produjo ningún herido, 82 agentes sufrieron lesiones entre el domingo y el lunes, lo que desató críticas desde la policía contra el Gobierno autónomo, al que acusa de no hacer lo suficiente para evitar los disturbios.

Las tradicionales marchas protestantes de julio suelen provocar incidentes, de intensidad variable según los años. Los disturbios de estos días se inscriben en el empeño de los disidentes republicanos por boicotear el proceso de paz, en cumplimiento del cual Belfast asumió el control de la policía y la justicia desde Londres en abril.

Tanto el ministro principal del Ulster, Peter Robinson, del Partido Democrático Unionista (DUP), como el viceministro principal, Martin McGuinness, del Sinn Fein, aseguraron ayer en un comunicado conjunto que no había justificación para la violencia desatada en los últimos días, que calificaron de "puro y simple vandalismo".

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