En una sorpresiva decisión, que podría tener un alto impacto político, el gobierno de Evo Morales decretó ayer un alza en los precios internos de los combustibles de hasta el 82%. La medida, que no afectará los precios de gas natural que exporta Bolivia a la Argentina y a Brasil, provocó una rápida respuesta del principal sindicato de conductores, que llamó a una huelga general.
Evo Morales, que ayer se encontraba de viaje en Venezuela, dejó en manos de su vicepresidente, Alvaro García Linera, el anuncio de la impopular medida. "El decreto se ha decidido para no subvencionar a los contrabandistas ni a los que tienen autos de lujo; se ha decidido el incremento de la gasolina [nafta] y del diésel", dijo el vicepresidente en el Palacio de Gobierno.
Los precios de los combustibles, subvencionados con 380 millones de dólares anuales por el Estado, llevaban casi siete años congelados. El presidente expresó en varias ocasiones que no necesitaba un "impuestazo" en el precio de los combustibles para aumentar los ingresos del Estado y llegó a criticar a antecesores suyos que habían aplicado medidas similares.
El decreto establece un aumento del precio de la nafta estándar del 72% (hasta 92 centavos de dólar por litro), mientras que la nafta de mayor calidad (premium) subirá un 57% (para situarse en un dólar por litro) y el diésel se incrementará un 82% (hasta 97 centavos de dólar).
No hay comentarios.:
Publicar un comentario