El desplome afecta a cinco presidentes. A José Mujica le resultó imposible sostener en Uruguay el clima de "luna de miel" de sus primeros meses de gestión. En Chile, Sebastián Piñera bajó a la realidad luego de que se pinchara el "efecto burbuja" generado por el rescate de los mineros. En diciembre, el "gasolinazo" en Bolivia terminó de hundir la aprobación de Evo Morales. Y la percepción negativa de su principal aliado, Hugo Chávez, está en su mayor nivel en cinco años.
Pese a que el pasado fue un año de fuerte crecimiento económico para los países sudamericanos -excepto Venezuela-, cinco presidentes de la región cerraron 2010 con sus índices de popularidad en baja. Algunos de ellos, hasta niveles sin precedente.
Los motivos son variados. "Hay una suma de situaciones circunstanciales. Pero lo claro es que son más los presidentes que están peor que los que están mejor, aunque la economía haya ido en la dirección exactamente inversa, ya que 2010 fue mucho mejor que 2009", señala a La Nacion Rosendo Fraga, director del Centro de Estudios Unión para la Nueva Mayoría.
Por los efectos de la crisis global, 2009 fue el peor año de los últimos ocho en materia económica para América latina. Pero, paradójicamente, varios presidentes superaban el 60% de popularidad (Lula da Silva, Alvaro Uribe, Michelle Bachelet, Tabaré Vázquez y Morales).
Hoy, la situación es muy distinta. En Uruguay, Mujica perdió 23 puntos de popularidad en el último semestre: pasó de 71% en junio a 48% en diciembre, según Equipos Mori. "El proceso de caída fue muy exagerado porque la «luna de miel» fue muy intensa", explica a La Nacion Ignacio Zuasnábar, director de la consultora.
En los primeros meses de gestión, Mujica tuvo dos logros que lo catapultaron: consolidó un clima de armonía con la oposición y llegó a una resolución del conflicto por la pastera Botnia con la Argentina.
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