sábado, enero 29, 2011

Una furia incontenible

La rebelión en Túnez puede haber inspirado las más grandes protestas callejeras desde que Hosni Mubarak llegó al poder, hace casi tres décadas. Pero la ira que promovió esas protestas no es nueva. Ha estado gestándose bajo la superficie durante muchos años, explotando a veces, pero nunca antes con una furia tan difundida ni sostenida.

Las quejas tienen motivaciones económicas, sociales, históricas y profundamente personales. Los egipcios, como los tunecinos, suelen hablar de su dignidad, que muchos dicen ha sido herida por el monopolio del poder de Mubarak, su durísimo enfoque del tema seguridad y la corrupción que lo enturbia todo. Incluso los aliados e integrantes del gobierno han reconocido de inmediato que los manifestantes tienen quejas legítimas que reclaman una solución.

"Una parte de sus demandas son consideradas válidas", dijo Abdel Moneim Said, miembro del partido de Mubarak y director de la editorial Al-Ahram. "Hay un problema: no sabemos cómo definirlo o enfrentarlo, pero sólo se podría solucionar a través de medios políticos."

Los manifestantes exigen que Mubarak abandone el poder, que disuelva el Parlamento y celebre elecciones libres y justas, y que se ponga fin a la corrupción, todas demandas que derivan de años de frustración silenciada.

"Los egipcios están hartos y asqueados de la corrupción, y cuando uno vive con 300 libras egipcias [51 dólares] por mes, tiene dos opciones: convertirse en mendigo o en ladrón", dijo Ghada Shabandar, un veterano activista de derechos humanos. "La gente envió un mensaje: «No somos mendigos y no queremos convertirnos en ladrones»."

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

 
Libardo Buitrago / Blog © 2013 | Designed by RA